Joseba ITURRIA
CICLISMO - GIRO 2019

Chaves celebra una victoria especial

El colombiano ganó su tercera etapa en el Giro tras superar los problemas sufridos en los últimos años. Roglic, Carapaz, Nibali y Landa llegaron juntos.

Johan Esteban Chaves (Mitchelton) logró ayer una victoria especial en el alto de San Martino di Castrozza porque fue el más fuerte de la escapada y recuperó las sensaciones que le llevaron al podio del Giro y la Vuelta en 2016 tras superar los problemas de todo tipo que ha sufrido desde entonces. La subida final no marcó diferencias entre los principales favoritos y solo Miguel Ángel López la aprovechó para recortar 44 segundos.

Por eso el protagonista de la etapa fue Chaves, un corredor al que le ha costado mantener la sonrisa y su carácter positivo por todas las desgracias que le han perseguido desde que en 2011 ganó el Tour del Porvenir. En 2013 en el Tour de Laigueglia sufrió una dura caída que le dejó secuelas muy graves porque los nervios del brazo derecho no respondían. Cuando parecía que acababa su carrera llegó el milagro y el brazo recuperó su movilidad, lo fichó Mitchelton y ganó dos etapas y acabó quinto la Vuelta de 2015 y subió al podio del Giro y de la Vuelta en 2016.

Pero cuando comenzaba el Tour de 2017, su gran objetivo, murió su fisioterapeuta Diana Casas al estrellarse con su bicicleta contra un vehículo. Le costó superar ese golpe y cuando parecía que lo hacía al ganar el año pasado una etapa del Giro en el Etna, volvió a venirse abajo con una mononucleosis que ha superado para ganar ayer su tercera etapa en el Giro tras las logradas en 2016 y 2018. Ya estuvo a punto de ganar el miércoles, cuando Nans Peters le sorprendió, pero volvió a intentarlo y fue el más fuerte de la fuga.

Una escapada consentida

La victoria de etapa se volvió a disputar en una escapada de doce corredores formada de salida en la que entraron junto al colombiano Antunes (CCC), Bidard (Ag2r), Boaro (Astana), Le Gac (Groupama), Marcato (UAE), Serry (Deceuninck), Vendrame (Androni), Senni y Carboni (Bardiani), Santaromita y Canola (Nippo). Ninguno era peligroso para la general y el pelotón les dio permiso para alcanzar más de nueve minutos de ventaja.

Tras unos intentos de Boaro y Canola, en la ascensión final a San Martino di Castrozza Esteban Chaves demostró ser el más fuerte. Realizó la selección de la escapada y solo le pudieron seguir Bidard, Serry y Vendrame, que tuvo problemas mecánicos y tuvo que bajarse de la bicicleta para arreglarlos cuando Chaves aceleraba para marcharse en solitario a tres de meta. A pesar del tiempo perdido, Vendrame fue segundo a diez segundos.

Por una vez la desgracia le ofreció una tregua en un día especial porque sus padres estaban en la línea de meta para celebrar juntos su victoria más deseada y el día anterior cumplía años su hermano. Por eso ayer Chaves recuperó su sonrisa y se mostró agradecido «a toda mi familia, a mi Fundación Esteban Chaves y a mi hermano, que cumplía años ayer. Esto que está pasando es la confirmación de que los sueños se cumplen».

En la lucha por la general Miguel Ángel López atacó sin que Mikel Landa, que saltó tras él, pudiera atraparle. Después el alavés marcó el ritmo en el grupo perseguidor hasta que en el último kilómetro Primoz Roglic aceleró para demostrar que hay que contar con él y llegó a meta en cabeza del grupo de favoritos con Carapaz, Nibali y Landa a su rueda, con lo que no hubo cambios en la clasificación general.

Sí se esperan movimientos hoy en una durísima última etapa de alta montaña que presenta más de 5.000 metros de desnivel, 194 kilómetros y cuatro puertos de gran entidad. En el 32,8 se corona la Cima Campo (18,6 kms. al 6,1%), en el 84,1 el Passo Manghem (cima Coppi con 18,9 kms. al 7,6%), en el 139,3 el Passo Rolle (20,6 kms al 4,7%) y la meta estará situada en el Monte Avena (13,5 kms al 6,9%).