El PNV será el principal beneficiario de los acuerdos que se den para gobernar ayuntamientos y de las decisiones que adopten otros partidos para evitar que gobierne la candidatura ganadora en las elecciones. El pacto que previsiblemente se firme entre los jeltzales y el PSE le dará la mayoría de esas alcaldías, aunque también se beneficiará de que EH Bildu haya decidido no dejar gobernar a ningún partido del «trifachito» y de que se prevé que el PP también intente impedir alcaldías de la izquierda independentista.

Repasamos a continuación los cambios que se pueden producir el próximo 15 de junio territorio a territorio.

ARABA

El PNV puede hacerse con cinco alcaldías en juego.

Una de las sorpresas de las elecciones municipales fue que EH Bildu ganara en una población que oficialmente pertenece a Burgos. Pablo Ortiz de Latierro fue el más votado en Argantzun, donde la formación independentista obtuvo tres concejales. También el PNV tiene otros tres concejales. Ante este empate, el único concejal del PP es quien puede decidir la alcaldía y no será extraño que vote contra EH Bildu.

Algo similar puede ocurrir en Kuartango. En este municipio EH Bildu y PNV han empatado no solo a 3 concejales, sino que han sacado también igual número de votos: 106. También allí el PP tiene 1 edil.

En Zigoitia ganó EH Bildu, que tiene 4 concejales, los mismos que el PNV. En este caso, cabe prever que funcione el pacto con el PSE, que logró 1 escaño.

Errioxa es la única zona de la CAV donde hay municipios en los que ha ganado el PP. Son cuatro, pero puede perder dos de ellos.

En Bastida, Daniel García, un joven de 22 años, sacó veinte votos más que la jeltzale Laura Pérez. El PP tiene 4 representantes, el PNV, 3 y EH Bildu, 2. La formación independentista ha repetido en campaña que, cuando esté en su mano, no permitirá que gobierne el PP, lo que daría la alcaldía al PNV.

Lo mismo puede ocurrir en la cercana localidad de Guardia, donde el PP obtuvo el 26 de mayo 3 concejales, el PNV otros 3, EH Bildu 2 y el PSE 1. El pacto PNV-PSE y el compromiso de EH Bildu contra la derecha unionista harán alcalde al jeltzale Lucio Castañeda.

BIZKAIA

La influencia de los independientes y Podemos

En Bizkaia, la mayoría de los cambios que se produzcan entre quien ganó las elecciones y quien acabe en la alcaldía vendrá dada por las decisiones que adopten candidaturas independientes, en algunos casos más de una, y por las de listas ligadas a Elkarrekin Podemos.

En Abadiño, la lista más votada fue la de EH Bildu, que obtuvo 5 concejales, por 4 del PNV y otros 4 de la candidatura independiente. Si sirve de pista de lo que puede ocurrir, en la pasada legislatura ganó y gobernó la lista independente con el PNV en su equipo de Gobierno.

Arrigorriaga dio también una alegría a EH Bildu, que con 6 ediles por primera vez ganó al PNV, que tiene también otros 6 concejales. La alcaldía dependerá de la posición de A.GARA, que tiene 2 escaños y NOA, que logró 1. El PSE sumó 2 concejalías.

EH Bildu ganó también en Bakio, donde tiene 5 ediles, por 4 del PNV. Bakio Bai obtuvo 2.

El PNV parece haber perdido la alcaldía de Balmaseda en favor de la Candidatura Local Independiente, que consiguió 6 representantes, por 5 de los jeltzales. EH Bildu tiene 1 edil, al igual que el PSE. El pacto PNV-PSE no es suficiente para revertir el resultado electoral.

En Dima EH Bildu ganó con 4 concejales y el PNV sumó 3. Cambiar esa correlación de fuerzas está en manos de Dima Aukeratu, que con 2 representantes entra en el Ayuntamiento.

El PNV ganó también en Galdakao, con 6 concejales. EH Bildu tiene también 6 y da la impresión de que puede lograr la alcaldía con apoyos de las candidaturas independientes Azk y UH, que tienen 4 y 2 ediles. Además el PSE tiene también 2 y Podemos-Equo, 1.

Gorliz tiene un ayuntamiento compuesto por 6 concejales del PNV, 4 de EH Bildu y 3 de G.I. Gorliz. Se espera que la alcaldía quede en manos jeltzales, como estaba hasta ahora.

En Sopuerta el PNV, con 4 concejales, ha ganado a la Agrupación Electoral Independiente, que gobernaba el municipio y ha perdido dos representantes, quedándose en 3. EH Bildu ha logrado 4, como el PNV.

En Zaratamo, donde gobernaba el PIGH, ha ganado el PNV, logrando 3 ediles, pero son los mismos que ahora tienen los independientes y también tiene 3 EH Bildu.

En Durango ganó el PNV, con 8 concejales, pero por primera vez puede perder la alcaldía, porque EH Bildu ha sumado 7 y Podemos ya le ha ofrecido sus 4 apoyos. El PSE tiene 2 ediles.

EH Bildu, con 6 ediles, seguirá gobernando en Elorrio, donde el PNV también tiene 6 representantes y Podemos 1. Son los mismos resultados que hace cuatro años.

EH Bildu ha ganado las elecciones en Alonsotegi, con 5 concejales, rompiendo la mayoría absoluta que tenía el PNV, que también suma 5 representantes. Pero el PSE tiene 1 edil que llevará la alcaldía a los jeltzales.

Algo similar sucede en Zaldibar, donde ganó EH Bildu con 5 escaños, pero PNV (5) y PSE (2) sumarán sus fuerzas en virtud del pacto general de ambos partidos.

GIPUZKOA

Donde más influencia tendrá el pacto PNV-PSE

Gipuzkoa es el territorio en el que los jeltzales sacarán mayor provecho a su pacto con el PSE en número de alcaldías pero, paradójicamente, es también donde ese pacto puede tener su mayor lunar, puesto que en Irun el candidato jeltzale, Xabier Iridoy, con 7 escaños, anuncia que se presentará contra el actual alcalde y ganador, José Antonio Santano, que suma 10 concejales. Elkarrekin Podemos tiene 4 votos, EH Bildu 3 y el PP 1. Si el PNV se presenta, habrá lío con el PSE.

En Andoain EH Bildu ha subido del 29,5% de 2015 al 38,52% actual, lo que eleva sus concejales a 7. Pero el PSE tiene 5 y el PNV 4. Si ambos suman sus escaños, pueden hacer perder la alcaldía a los independentistas, sin que el único edil de Podemos pueda evitarlo. Hace cuatro años un edil de la lista del PNV no secundó la operación, EH Bildu repitió en la alcaldía y en revancha el PSE dejó que Javier Maroto pudiera gobernar en Gasteiz, lo que impidió Irabazi.

EH Bildu se ha hecho con el primer puesto en Pasaia, con 6 representantes y ganando al PSE, que ha quedado con 5. Pero el apoyo de los 4 del PNV pueden volver a darle la alcaldía a Izaskun Gómez, mientras Elkarrekin Podemos tiene 2 ediles.

En Lezo la ciudadanía ha premiado a EH Bildu y castigado a PNV y PSE. La primera ha subido en voto, del 41,98% al 45,82, consiguiendo 6 concejales. Los socios de gobierno han perdido apoyos, pero con 6 ediles jeltzales y el único del PSE pueden arrebatarle la alcaldía a la fuerza ganadora.

En Soraluze ha vuelto a ganar EH Bildu con 5 escaños, pero de nuevo el PNV y el PSE harán valer sus 4 y 2 asientos para que los jeltzales se lleven la alcaldía.

En Mendaro, el pacto PNV (5)- PSE (1) puede quitar la alcaldía a EH Bildu (5).

Cerca de allí, en Deba, también ha ganado EH Bildu con 6 ediles. Pero habrá que ver si el PNV ofrece sus 3 votos a Debarren Ahotsa, que tiene 4, para que siga gobernando.

Elkarrekin Podemos será determinante en Ordizia, donde ha ganado EH Bildu con 7 concejales, mismo número que los que tiene el PNV. Los morados, con sus 2 representanes, pueden inclinar la balanza hacia la fuerza ganadora simplemente absteniéndose. El PSE, son su único edil, no es determinante.

En Orio el PNV ha dejado de ser primera fuerza en favor de EH Bildu, que tiene 6 ediles frente a los 5 jeltzales. La llave la tienen los independientes de Orain, con un concejal. El PSE tiene otro.

El sábado 15 de junio se conocerán los desenlaces.

 

Nafarroa y el precedente de 2007: pactos progresistas antes del «agostazo»

El mapa municipal navarro es tan extenso que harían falta varias páginas para repasar en detalle cada consistorio en que la vara de mando puede no corresponder a la lista más votada. Las casuísticas son diversas pero predominan dos: los puntos en que Navarra Suma ha vencido pero puede ser desbancado (lo que dependerá a menudo, aunque no siempre, del PSN) y los municipios en que EH Bildu es el más votado (casi siempre con un importante incremento desde 2015) pero está en riesgo de ser descabalgado.

En el primer caso no está de más recordar el precedente de junio de 2007, porque tiene paralelismo con el actual. Cuando todavía las vías a la investidura en el Parlamento navarro estaban muy verdes, las fuerzas progresistas PSN, NaBai e IUN llegaron a un acuerdo para desalojar a UPN allá donde pudieran, siempre que –esta exigencia la puso el PSN– en la operación no entrara la izquierda abertzale, entonces bajo las siglas de ANV y legalizada arbitrariamente en unos municipios sí y en otros no.

Eso se tradujo en que este bloque quitó a la derecha las varas de mando de Barañain, Burlata, Zizur Nagusia y Erriberri. Y también la de Sartaguda, donde el candidato del PSN, José Ramón Martínez, aceptó el voto de ANV, por lo que fue expulsado del partido y la agrupación local se disolvió en señal de apoyo. Hoy, por cierto, EH Bildu es la fuerza más votada en la localidad con diferencia y tiene cuatro ediles por tres de Navarra+ y dos del PSN.

Esas ententes se interpretaron como un adelanto de un Gobierno progresista en Nafarroa, y efectivamente las conversaciones PSN-NaBai-IUN prosperaron, pero Ferraz mandó parar en el famoso «agostazo».Ramón SOLA