Richard Carapaz (Movistar) se proclamó vencedor del Giro ayer tras una crono final de 17 kilómetros en Verona en la que Mikel Landa se quedó fuera del podio por solo ocho segundos. El alavés no pudo defender la tercera plaza con la que comenzaba la etapa con 23 segundos a Primoz Roglic, que aventajó en 31 al de Murgia y fue el acompañante del ecuatoriano y de Vincenzo Nibali en el podio final.

Chad Haga (Sunweb) logró la victoria en la crono contra pronóstico, con un meritorio séptimo puesto de Pello Bilbao a 17 segundos a pesar del esfuerzo realizado para ganar la etapa del sábado que acusaron todos los favoritos. Roglic, ganador de las dos primeras cronometradas, solo pudo ser décimo a 26 segundos, por detrás de Nibali, pero logró su objetivo de subir al podio gracias a su superioridad sobre Landa en las cronometradas. El esloveno le ha sacado 4:41 en las tres cronos. En la primera de Bolonia el alavés cedió 1:07 en 8 kilómetros, en la segunda de San Marino 3:03 en 34,8 y ayer 31 segundos en 17.

Un lastre que el alavés deberá mejorar para subir al podio en una grande, lo que solo ha conseguido en el Giro de 2015 al acabar tercero tras Contador y Aru. Desde entonces ha sido cuarto en este Giro y en el Tour de 2017, en el que se quedó a un solo segundo del podio, y séptimo en el Tour del año pasado tras una mala crono en Lapurdi.

Mucho mejor estuvo ayer el alavés, lo que motivó que la pelea por el podio estuviera más reñida de lo esperado. En la referencia del alto de Torricelle en el kilómetro 9,5 el esloveno aventajaba en veinte segundos a Landa, pero en la línea de meta la desventaja se amplió a 41.

Majka arrebató la sexta plaza a Miguel Ángel López. Mikel Nieve mantuvo su decimoséptima y Víctor de la Parte ganó un puesto en la crono y acabó en el 21º en un gran Giro para el ciclismo vasco con dos victorias para Pello Bilbao y dos segundos puestos para Nieve y Landa.

Un ganador formado en Nafarroa

Pero el gran vencedor del Giro ha sido Carapaz, un ecuatoriano afincado en Iruñea que no entraba entre los principales candidatos pese a su cuarto puesto del año pasado y fue el más regular sin mostrar ninguna debilidad. El ecuatoriano alcanzaba así el momento más alto de una carrera complicada porque, como trasmitió en una entrevista a GARA en 2016, en «mi país no se apoya al ciclismo, la prioridad es el fútbol y como no había calendario amateur tuve que correr como sub’23 en Colombia y con el equipo continental del Strongman fui el primer extranjero en ganar la Vuelta a Colombia sub’23 en 2015».

Quiso dar el salto a Europa y el ecuatoriano Pedro Rodríguez –que corrió en el Lizarte en 1993–, conocía al responsable del equipo, Manolo Azcona, «y por esa intermediación pude venir. También intervino Eusebio Unzue, que asumió los gastos porque, como Lizarte es el filial de Movistar, me quería dar la oportunidad de ver mi calidad».

Se la dio y en los pocos meses que estuvo en el equipo navarro logró victorias en Lazkao, en la subida a Urraki y en la etapa reina y en la general de la Vuelta a Nafarroa de 2016. Ese verano pasó a profesionales con el Movistar, ya en 2017 fue segundo de la Ruta del Sur y en los dos últimos años ha ganado tres etapas y la general del Giro y dos etapas y dos Vueltas a Asturias.

 

«He sufrido la crono como ninguna»

Carapaz trasmitía que «no pensaba que fuese a ser así, pero la crono la he sufrido creo que como ninguna en mi vida. Desde que he salido hasta el último adoquín que he pasado por meta junto a la arena de Verona, ha sido puro sufrimiento. Es un triunfo que debo a mi equipo, que me ha ayudado a conseguir este gran Giro de Italia. Va por ellos, por toda mi gente y por Ecuador, por Latinoamérica y por todo el mundo que se alegra del triunfo. Poder vivirlo aquí con mis padres, mi mujer y mis hijos es muy especial, un momento único que también les debo a ellos».

El ecuatoriano añadía que «es el triunfo más grande que he podido lograr en mi vida. Son episodios que uno nunca puede imaginar. Así como yo lo soñé, lo estoy cumpliendo. Ahora creo que todo es posible. Se te pasa toda una vida por la cabeza, todo el trabajo que has hecho, todo lo que has sacrificado para lograrlo. Vivir este único momento hace que todo ello valga la pena». GARA