Los mercados recibieron ayer un jarro de agua fría por parte del BCE. No obstante, su anuncio de una nueva inyección de liquidez condicionada para los bancos en septiembre animaba de inicio sus cotizaciones y apuntalaba las ganancias del Ibex. Después, la constatación de que no habrá subida de tipos hasta mediados de 2020, ni un retoque a la baja de la facilidad de depósito, terminó por hundir al sector bancario, que ve complicarse más el escenario para mejorar sus márgenes de rentabilidad. Las malas noticias no terminaron aquí, dado que el BCE aumentaba el pesimismo sobre el futuro de la economía de la eurozona al rebajar dos décimas el crecimiento del PIB en 2020, pasando del 1,6% de la estimación previa al 1,4%. Para este año mantiene su previsión en el 1,2%. Las tensiones comerciales y la posibilidad de un Brexit sin acuerdo nublan el panorama económico para los próximos meses.

El Ibex es un índice bancarizado y, por momentos, se vio arrastrado a la zona de pérdidas. Finalmente, se rehizo y acabó con una subida, la cuarta consecutiva, del 0,20%. Hoy comenzará con 9.169,20 puntos. En Europa, tan solo Londres (+0,55) fue ajeno a la intervención de Draghi. Por su parte, Fráncfort bajaba un 0,23%, París, un 0,26%, y Milán, un 0,11%.

Por valores del Ibex, pleno bancario en los primeros puestos de los perdedores. Sabadell cayó un 5%; Bankia, un 4,24%; Bankinter, un 2,77%: y Caixabank, un 2,03%. También cedieron terreno Santander (-1,20%) y BBVA (-0,71%). Dentro de los grandes, añadieron puntos al índice Iberdrola (+2,02%), Repsol (+0,38%), Inditex (+0,12%) y Telefónica (+0,05%). Las acciones de Grifols (+5,08%) se vieron respaldadas por la buena acogida a su estrategia en el Día del Inversor de la farmacéutica.