Gloria Rekarte
Expresa
AZKEN PUNTUA

Defender el alejamiento

Dice “La Razón” que, para apoyar la investidura de Sánchez, el PNV volverá a poner como precio el acercamiento de 209 etarras (sin etarras, proetarras o filoetarras, hay periodismos que no sabrían respirar). Y dice más: que la pretensión del separatismo vasco es que sean trasladados a Zaballa, que cuenta con las mejores y más modernas instalaciones. No dice nada de los cuatro presos que han muerto, en los cuatro primeros meses del año, en tan magníficas instalaciones, ni de la situación del único preso político vasco, gravemente enfermo, en esa misma prisión; se les habrá pasado.

Es solo una noticia más; una de tantas en torno al tema de presos y dispersión. Y en este tema suele pasar que los derechos se venden como pretensiones y la venganza, como derecho. Es tan curioso como alarmante ver cómo se lleva a la opinión pública a percibir un posible acercamiento como una cesión, como una pérdida. En cierto modo, lo es, o, mejor dicho, lo sería. La pérdida del espacio en el que más daño se puede infligir a las presas y presos vascos. El espacio en el que a sus familiares se les causa dolor, penalidades, sufrimiento y en el que, a veces, mueren. El espacio interminable, a veces insalvable, de miles de kilómetros y todas sus consecuencias. La defensa del alejamiento es la defensa de este espacio. Nada más. Solo la defensa del dolor.