Carlos GIL
Analista cultural

Prejuicio universitario 

El titular en varios medios fue que un joven alicantino había sacado la mejor nota en la selectividad y que en vez de emprender una carrera universitaria quería ser dramaturgo. En varias televisiones sacaron imágenes del joven e insistían en esa aparente desgracia para el muchacho y su familia. Y daban ganas de convocar a una manifestación contra los estudios universitarios de periodismo por darles un grado a incultos, indocumentados de tal incapacidad para informarse bien de los estudios artísticos Porque ese joven va a intentar ingresar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático, donde le exigen una titulación, va a estudiar cuatro años, le van a dar un título que es homologable a un grado, que tiene recorrido curricular, porque puede hacer doctorados y máster para alcanzar la titulitis que parecen invocar los desinformadores. Aquí tenemos una incipiente escuela pública de estas características. Hay confusión en la titulación exacta que otorgan los estudios, pero hay que hacer campañas para aclarar y para valorar todos los estudios artísticos como si fueran ingenierías o económicas. Quitar con la máxima urgencia urgencia desde los poderes políticos, sociales y mediáticos los múltiples prejucios  que afectan  de manera injustificada a estos estudios, estas carreras. Promocionar las carreras artístiucas, dentro de un plan cultural activo y democrático.