A.A.
CABO DA CRUZ

Resaca de una revolución que se queda a medias

Los de Boiro realizaron una fuerte apuesta la pasada campaña, pero no han podido darle continuidad.

Hace un año, en estas mismas páginas, informábamos de la potente apuesta realizada por Cabo da Cruz durante el invierno anterior. La intención era dotar de más ambición al proyecto, cortando la sangría de bajas que acusaban cada invierno y dar una mayor continuidad al equipo para que siguiera creciendo en calidad.

En verano se demostró que la apuesta daba sus frutos y los de Boiro acabaron la Liga Eusko Label en una meritoria sexta plaza, además del quinto puesto que lograron en la Bandera de La Concha. Metieron el morro en más de una tanda de honor, codeándose con las mejores traineras de la Liga.

Pero parece que el reto se ha quedado a medias. Este pasado invierno el club ha sufrido de nuevo gran cantidad de bajas, que cortan la continuidad del bloque que se buscaba y que obligan a repensar los objetivos de cara a esta campaña, en la que les será difícil igualar los resultados de la pasada.

«Hubo bajas sensibles, por no decir otra cosa. Hubo siete bajas, que son muchas, y prácticamente todos titulares, además del patrón», explicaba el preparador Benigno Silva, alma máter del club gallego.

«Teníamos construido un bloque, que es lo más difícil, y en el caso de Cabo es lo que buscamos, tener un bloque que dure más años. La ecuación perfecta sería mantener el bloque, mejorar ese bloque y luego ir renovando ese bloque. Sería lo ideal. En los clubes grandes lo consiguen, mantienen los equipos unos años, y lo van renovando cuando creen que pueden dar un pequeño salto», añadía Silva.

Hasta ahí la explicación racional, la que se hace con la cabeza. Aunque en las palabras del siempre claro Benigno Silva, en las que se dicen con el corazón, es inevitable sentir cierta resignación por un trabajo que no se ve recompensado como se merece.

«Teníamos muchas esperanzas para esta temporada si no hubiera habido tantas bajas, pero el mundo funciona como funciona, el contexto sociocultural es el que es, estamos aquí y ahora, estamos en Galicia y no en Euskadi, que la gente es diferente, y tenemos que seguir trabajando, que es lo que nos queda», lamentaba. «Hay viajes, hay familia, hay trabajo… Son muchas cosas las que hay que conjugar, tenemos algún chaval que puede subir y en ello estamos».

Habitual falta de referencias

Eso sí, como pasa cada año –y en este todavía más por la ausencia de Tirán en la máxima categoría–, es difícil hacer pronósticos con los botes gallegos por la falta de referencias con el resto de rivales. Así pues, no queda más que hacer caso a lo que comentan desde el club galaico sobre la pretemporada, siempre con cierta cautela.

«Ha sido un poco irregular. Tuvimos bastantes imprevistos, turnos de trabajo, alguna lesión… Un chaval de Ferrol que es de lo poco que pudimos recuperar tiene mononucleosis… A los entrenadores nos gusta tener todo amarrado, entrenar lo máximo posible, y no ha podido ser del todo. Pero se hace lo que se puede», explica Silva, que en principio se conforma con mantenerse.