El Gobierno de Japón pidió ayer a los residentes en varias áreas de la zona costera del noroeste del país que abandonasen sus viviendas y buscasen refugio por un terremoto de 6,8 grados en la escala de Richter que tuvo lugar horas antes con epicentro en el mar.

El llamamiento fue hecho por el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, en una primera rueda de prensa para dar a conocer los efectos del temblor sísmico que se sintió con fuerza en la mitad norte de Japón y que generó un alerta de tsunami.

Los temblores provocaron cortes del suministro eléctrico en casi 10.000 viviendas. También se suspendieron los servicios ferroviarios en varias zonas y se cerraron varias autopistas al tráfico por precaución.

El ministro pidió a los habitantes de la zona que estén pendientes de los medios de comunicación por la información que pueda darse a conocer sobre los efectos del movimiento telúrico.

Centrales nucleares

Suga dijo que se está revisando la información sobre posibles víctimas e informó de que el seísmo no ha provocado daños en ninguna instalación de las centrales nucleares de la región afectada, en las prefecturas de Niigata y Yamagata.

El terremoto se produjo a las 22.22 horas (13.22 GMT) con epicentro en el mar, frente al límite entre las prefecturas de Niigata y Yamagata y a una profundidad de 10 kilómetros, según la Agencia Meteorológica de Japón. En Niigata, la intensidad fue de 6 grados en el rango superior de la escala japonesa (de 7 grados), lo que indica un violento temblor. La intensidad en Yamagata fue de 6 grados en el rango inferior.