«La próxima semana el ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) empezará un proceso para deportar a millones de inmigrantes ilegales que han entrado a EEUU de manera ilícita. Serán deportados tan pronto como lleguen», aseguró Donald Trump en su cuenta de Twitter horas antes de dar inicio oficialmente en el Amway Center on June de Orlando (Florida) a su carrera a la reelección en 2020.

El mandatario estadounidense no ofreció más detalles sobre quiénes se verían afectados. Lo que sí dijo fue que México «está haciendo un muy buen trabajo deteniendo a gente» antes de que alcancen la frontera estadounidense y que «pronto» firmará un acuerdo con Guatemala de «tercer país seguro», que implica acoger a los demandantes de asilo y evitar que las peticiones se hagan en EEUU.

Con este acuerdo, EEUU podría enviar a solicitantes de asilo de otros países a Guatemala, algo que también se ha planteado con México y que hasta la fecha ese país ha rechazado, aunque sí aceptó a principios de mes que Washington expulse a su territorio a los demandantes de asilo centroamericanos que crucen la frontera de forma irregular, donde podrán esperar la resolución de sus solicitudes.

Este anuncio se produce después de que el Departamento de Estado informara que supeditará la entrega de ayuda para El Salvador, Honduras y Guatemala a que estos gobiernos adopten «acciones concretas» para reducir el número de inmigrantes que llegan a EEUU.

Trump ha hecho de la lucha contra la inmigración irregular una pieza angular de su Gobierno, embarcándose en una agria pugna con el Congreso para conseguir fondos para construir un muro en la frontera con México, denunciando como una «invasión» las caravanas de migrantes centroamericanos que buscaban llegar a EEUU huyendo de la pobreza y la violencia o la amenaza de imponer aranceles progresivos a México si no lograba frenar a los migrantes.

Y parece que el endurecimiento de la política migratoria va a seguir siendo un eje fundamental en su camino a la reelección que anoche (madrugada en Euskal Herria) lanzó oficialmente en Orlando, en el centro de Florida, un enclave de boricuas (puertorriqueños) alineados más con los demócratas y que no le perdonan el desastroso manejo que hizo tras la devastación en la isla causada en 2017 por el huracán María.

Arranque «salvaje»

Donald Trump prometió un arranque de campaña «salvaje» pese a que las primeras encuestas, con poco valor a dos años vista, no le son favorables.

Varios sondeos muestran que Trump quedaría muy relegado si se enfrentara a Joe Biden, el favorito para hacerse con la nominación demócrata. Y la última, publicada por Fox News el fin de semana, apuntaba que incluso Pete Buttigieg, un alcalde gay de una pequeña localidad del centro del país, que irrumpió como una sorpresa en el campo demócrata, se le impondría por un estrecho margen.

Después de más de dos años en la Casa Blanca llenos de dramas y de intrigas, este hombre de negocios de verbo fácil confía en que, además de su política migratoria, la economía pujante y su promesa de luchar por la olvidada clase trabajadora logren persuadir al electorado de que merece un segundo mandato de cuatro años.

EEUU enviará mil militares más a Oriente Próximo en plena crisis

El secretario de Defensa en funciones de EEUU, Patrick Shanahan, aprobó el lunes, en medio de una creciente tensión con Irán, el envío de unos 1.000 militares a Oriente Próximo con propósitos «defensivos» para hacer frente a las «amenazas» de Irán contra intereses estadounidenses. Donald Trump anunció precisamente ayer que Shanahan ha retirado su candidatura para optar al cargo permanentemente y será sustituido, también de forma interina por el secretario del Ejército de Tierra, Mark Esper.

Shanahan alegó que «los recientes ataques de Irán prueban la fidedigna y creíble (información de) inteligencia que hemos recibido sobre el comportamiento hostil de fuerzas iraníes y sus grupos que amenazan al personal y los intereses de EEUU en la región». Y aseguró que este aumento de tropas en la región, donde EEUU ya tiene desplegados unos 20.000 militares, tiene «propósitos defensivos» para «proteger la seguridad y el bienestar» de su personal militar y de sus intereses e insistió en que «EEUU no busca un conflicto con Irán».

El anuncio del Pentágono coincidió prácticamente en el tiempo con el realizado por Teherán en relación al desmantelamiento de una «nueva red» de espionaje que trabajaba para EEUU.

Rusia y China llamaron de nuevo ayer a las partes a la moderación para evitar «abrir la caja de Pandora» en una región muy volátil.GARA