El Parlamento de Gasteiz aprobó ayer por unanimidad instar «a las instituciones vascas y, en particular, al Gobierno Vasco a sumarse a la iniciativa de Naciones Unidas de conmemorar, cada 26 de junio, el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura». La proposición no de ley, presentada por Pili Zabala, sostiene que «el objetivo es el reconocimiento de estas víctimas ante la sociedad por la injusticia que supone esta grave vulneración de derechos humanos». Se añade que «el enfoque y contenido de los actos de conmemoración se adoptarán promoviendo el máximo consenso posible con los grupos parlamentarios».

A la unanimidad conseguida entre los grupos parlamentarios se le debe añadir que al pleno asistieron también representantes de todos los sindicatos vascos, acompañados por el Foro Social. Además, estuvieron presentes en la sesión víctimas de la tortura, víctimas del GAL, víctimas de ETA y el Ararteko.

La iniciativa partió de Pili Zabala, parlamentaria de Elkarrekin Podemos y hermana de Joxi Zabala, torturado y muerto por la Guardia Civil, y de ella ha sido el trabajo realizado para conseguir el acuerdo, que públicamente le agradeció el portavoz del PNV en la materia, Iñigo Iturrate.

Zabala: «Conducta reiterada»

La proponente, Pili Zabala, sostuvo que «la tortura no ha sido esporádica en el País Vasco. Ha sido conducta reiterada» y precisó que se ha practicado «durante la dictadura, la transición y ha seguido ocurriendo en la democracia».

Zabala apuntó en su intervención que al aprobar este texto se reconoce a estas víctimas que carecían de reconocimiento oficial. Aseguró que su iniciativa «no va contra nadie, sino a favor de toda la sociedad».

Agradeció el apoyo unánime que su proposición recabó de todos los grupos. Con esa base, apuntó que le gustaría que esta iniciativa no se quede «perdida en el mar y que se den más pasos unánimes para la convivencia». Pasado el periodo electoral deseó que «ahora no debería haber obstáculos políticos, debería predominar la estrategia humana».

Crítica al PP

En su turno de palabra, el representante del PP, Carmelo Barrio, anunció su voto favorable a la proposición porque la veía «asumible». La enfocó desde la constatación de que la tortura es un delito y su prohibición «forma parte de nuestro ordenamiento jurídico». Pero miraba más al plano internacional, llegando a decir que «todos sabemos lo que pasa por el mundo. Todos contemplamos todos los días, verdaderos casos increíbles de tortura por el mundo, y desde luego, ahí tenemos que estar todos juntos, los demócratas unidos, para denunciarlos, para hacerlos visibles». Pero después, Carmelo Barrio denunció que la tortura se haya utilizado para desacreditar a las FSE y a la Ertzaintza, y en esos parámetros situó, por ejemplo, el informe realizado por el Gobierno de Lakua y dirigido por Paco Etxeberria.

Tras escuchar estas palabras, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga calificó de «fraudulento e hipócrita» el voto del PP porque niega sistemáticamente la existencia de la tortura en Euskal Herria. Después, recordó que los torturados no han tenido aquí «ni verdad ni justicia ni reparación». Subrayó que seguro que no quieren ni que sus torturadores pasen largos años en la cárcel ni las indemnizaciones a las que tendrían derecho, que les valdría con que «les miren a los ojos y les digan que les creen».

Al volver a la tribuna, Carmelo Barrio reprochó a Pili Zabala que no hubiera evitado que les «insultara y agrediera» un portavoz que todavía no ha condenado al «mayor torturador, que es ETA». Retó a la parlamentaria de EP a presentar una iniciativa similar de condena a ETA.

Julen Arzuaga le aseguró a Carmelo Barrio que él es el dueño de sus opiniones y le pidió que «no traslade la responsabilidad a la proponente». Le recordó la definición internacional de tortura y que EH Bildu no niega ninguna violación de derechos ni el reconocimiento a ninguna víctima. Reprochó al PP su negacionismo sobre la misma existencia de la tortura en Euskal Herria, apuntando que lo que pretenderá conmemorar será el Día Internacional Sin Tortura.