Joseba ITURRIA
TOUR 2019

Impey aprovecha su veteranía para estrenarse en una grande

Supo dosificarse en una escapada de quince corredores para marcharse en el tramo final con Benoot y superarle en la llegada.

El campeón sudafricano Daryl Impey (Mitchelton) se impuso ayer en la novena etapa del Tour entre Saint-Étienne y Brioude, de 170,5 kilómetros, tras imponerse a Tiesj Benoot (Lotto) en el sprint entre los dos corredores más fuertes de una escapada consentida por un pelotón de los favoritos que llegó a meta a 16:25 sin que se registraran cambios en la clasificación general.

Daryl Impey, que cumplirá 35 años en diciembre, lograba así su primera victoria en una grande en su duodécima temporada como profesional. Hasta ayer en su palmarés destacaban los triunfos en la general de las dos últimas ediciones del Tour Down Under y etapas en la Itzulia en 2012 y 2013 al sprint, en la Volta en 2017, en Dauphiné en 2018 y en Down Under en 2019.

El campeón sudafricano es un sprinter que sube bien, pero no tiene una punta de velocidad para superar a los mejores velocistas en las grandes y por eso tuvo que estrenarse ayer en una etapa en la que hizo valer su experiencia para saber dosificarse en una fuga en la que entró un ciclista vasco, Romain Sicard.

Había mejores escaladores que Impey en la fuga, pero llegó más fresco a la última cota de Sant Just, que se coronaba a 13 de meta, en la que Nicolas Roche hizo la selección definitiva y tras él se marcharon Impey y Benoot, que descolgaron al irlandés y se entendieron para disputarse la victoria.

Movistar, a ganar por equipos

La segunda etapa del Macizo Central se decidió entre los integrantes de una escapada que costó en formarse porque el pelotón sabía que tenía muchas posibilidades de llegar. Por eso entraron al principio catorce corredores de buen nivel como Roche (Sunweb), Herrada (Cofidis), Stuyven (Trek), Impey (Mitchelton), Boasson Hagen (Dimension Data), Benoot (Lotto), Clarke (Education First), Tratnik y García Cortina (Bahrain), Sicard (Total), Naesen (Ag2r), Delaplace (Arkea), Postlberger (Bora) y Tony Martin (Jumbo).

Cuando el pelotón les dio permiso y ya tenían 41 segundos de ventaja Movistar ordenó a Marc Soler que saltara para defender las opciones de Movistar en la general por equipos porque el Trek, que la encabeza, había metido a un corredor. El catalán consiguió empalmar en la subida al puerto más duro de la jornada, el Mur d'Aurec-sur-Loire, de Primera. La presencia de Marc Soler permitió a Movistar mantener su desventaja con Trek y alejar a los demás en esta clasificación que ha ganado en tres de las cuatro últimas ediciones. Lleva camino de seguir su dominio porque el tercero, el Groupama, queda a 15 minutos.

También intentó entrar Rui Costa (UAE), pero saltó cuando los escapados tenían 1:40 y la subida al puerto solo le permitió acercarse a 21 segundos y tuvo que desistir. El pelotón dio permiso a la escapada para coger diez minutos porque el mejor colocado en la general, Nicolas Roche, estaba a más de 23 y solo entonces empezó a trabajar el Deceuninck para que la ventaja no subiera demasiado.

Postlberger se marchó por delante a 45 de meta, pero fue atrapado en la última subida de Sant-Just, que se coronaba a 13 kilómetros de meta, donde se marcharon por delante los tres corredores más fuertes de la fuga, Impey, Benoot y Roche, que no pudo seguir a los otros dos en un repecho posterior.

El sudafricano y el flamenco se entendieron bien y en el sprint se impuso el corredor del Mitchelton. A diez segundos entraron Tratnik, tercero, Naesen y Stuyven. Marc Soler llegó séptimo y Romain Sicard, duodécimo tras sufrir al final.

La etapa registró el abandono de uno de los protagonistas del sábado, Alessandro De Marchi, tras sufrir una dura caída en los primeros kilómetros en la que también se vio involucrado Vuillermoz, que a pesar del golpe y sus heridas pudo llegar a la meta en el grupo de los favoritos.

Bardet quiso tener protagonismo ante sus vecinos

Los favoritos vivieron una jornada de total tranquilidad, con la única excepción del ataque en la última cota de Sant-Just de Romain Bardet, lanzado por Cherel, al que siguieron Kruijswijk y Richie Porte sin que la tentativa tuviera más sentido que dejarse ver en la jornada en la que el Tour llegaba a la ciudad en la que nació, Brioude.

Tras el desgaste de la etapa del sábado el grueso del pelotón quiso descansar ayer y por eso llegaron a 16:25 todos los hombres fuertes de la carrera en un grupo de solo 58 corredores cerrado por Mikel Landa.

Los demás no quisieron esforzarse por entrar en el primer grupo después del acelerón de Bardet en el último puerto que se coronaba a 13 de meta y se formaron otros dos pelotones que llegaron a 19 minutos, con Vicenzo Nibali, y a 22, con la mayoría de los sprinters. El último en superar la línea de meta fue Peter Sagan y con él entraron Groenewegen y Ewan, con los que se disputará hoy la victoria en la décima etapa entre Saint-Flour y Albi con 217,5 kilómetros de recorrido.

La etapa presenta cuatro cotas, una de Cuarta y tres de Tercera, pero la última queda a 53 de meta. Aunque los tres equipos que más han trabajado para preparar los sprints ya han ganado –Lotto, Jumbo y Deceuninck–, no querrán desaprovechar una de las pocas oportunidades que les quedan antes de entrar el miércoles en Pirineos después de la jornada de descanso de mañana en Albi.J.I.