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Aumenta el temor a las redadas mientras Trump dificulta el asilo

En barrios y ciudades de EEUU con altas tasas de población inmigrante aumenta la preocupación y el temor ante las anunciadas redadas masivas, mientras Donald Trump refuerza su postura contra la inmigración procedente de Centroamérica al anunciar que impedirá el asilo a quienes no lo soliciten antes en un «tercer país seguro».

La amenaza de las inminentes redadas masivas contra inmigrantes en situación irregular que el propio presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó el viernes que comenzarían el domingo el temor entre las comunidades migrantes, mientras la Casa Blanca anunciaba ayer que impedirá otorgar el asilo a los inmigrantes que no lo soliciten antes en un «tercer país seguro», en un nuevo intento de reducir el flujo migratorio en la frontera con México, procedente sobre todo de Centroamérica.

«Un extranjero que entre o intente entrar en EEUU a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en un tercer país fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a EEUU no es apto para asilo», señala la nueva orden publicada en el Registro Federal y que entrará en vigor hoy.

El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, defendió que esta medida rebajará las «abrumadoras cargas» sobre el sistema nacional «causadas por los solicitantes de asilo que no buscan protección urgente en el primer país disponible, migrantes económicos que carecen de un miedo legítimo a ser perseguidos».

La legislación de EEUU permite a los solicitantes de asilo hacerlo al llegar a la frontera sin tener en cuenta su ruta, pero cuenta con una excepción para quienes lo hacen a través un tercer país considerado «seguro».

En la actualidad, sin embargo, EEUU solo cuenta con un acuerdo específico al respecto en el que reconoce como «tercer país seguro» a Canadá.

Trump, quien llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 con la promesa de endurecer la migratoria, ha declarado una emergencia nacional por la «crisis humanitaria» que, a su juicio, se vive en la frontera con México y ha acusado a Honduras, Guatemala y El Salvador de no hacer lo suficiente para frenar el flujo migratorio.

Hace unas semanas, alcanzó un acuerdo con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que reforzarse su frontera sur con Guatemala y acogiese a solicitantes de asilo en EEUU en proceso de espera.

Sin embargo, después de que se confirmara un leve descenso en el arresto de inmigrantes en la frontera, del que se puede inferir un retroceso en el paso de inmigrantes en situación irregular, la Administración Trump anunció redadas masivas para deportar a «miles» –en palabras del presidente– de personas.

«Día muy exitoso»

Unas 2.000 familias en al menos 10 ciudades –Chicago, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Denver, Houston, Nueva Orleans, San Francisco, Atlanta, y Baltimore– serían el primer objetivo de las autoridades migratorias, que dicen que primero detendrán a quienes tienen una orden de deportación.

El miedo latente se extiende en barrios y ciudades con altas tasas de población inmigrante y muchas personas no quieren si salir de sus casas, lo que en algunas zonas está repercutiendo en el trabajo en los campos, donde un porcentaje alto de los trabajadores es inmigrante.

Las redadas estarán a cargo de personal del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), uno de cuyos portavoces señaló que «se prioriza el arresto y la deportación de extranjeros que permanezcan ilegalmente (en el país) que representan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza».

Según medios locales, las redadas se anticiparon a la fecha anunciada y comenzaron el viernes en Immokalee, en el condado Collier del sur de la Florida, aunque se habría suspendido por motivos desconocidos.

Pero ayer Trump aseguró que las deportaciones comenzaron el fin de semana. El presidente insistió en que «mucha» de la gente que entra de forma ilegal a EEEUU son «criminales» y destacó que «muchos fueron expulsados el domingo». «Fue un día muy exitoso», aseveró.

De esta forma, refutó las informaciones periodísticas, según las cuales, aunque el fin de semana hubo redadas en algunas ciudades, fueron de escasa envergadura.

 

La Corte Constitucional de Guatemala bloquea el acuerdo con EEUU

La Corte Constitucional (CC) de Guatemala bloqueó temporalmente el domingo por la noche la firma de un posible acuerdo migratorio que negocia con Washington y que convertiría a Guatemala en un «tercer país seguro» donde presentarían su solicitud de asilo los migrantes que deseen ir a EEUU.

La CC otorgó un amparo provisional a petición de un grupo de excancilleres, el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, y el excandidato presidencial por el partido Encuentro por Guatemala, Manfredo Marroquín, quienes en acciones separadas denunciaron al presidente, Jimmy Morales y a sus ministros del Interior y Exteriores, Enrique Degenhart y Sandra Jovel, por negociar con EEUU un acuerdo para convertir a Guatemala en un tercer país seguro para migrantes.

La CC previene a Morales en su resolución que para asumir la decisión en nombre del Estado de constituir al territorio nacional en un tercer país seguro, debe cumplir la Constitución, que señala que es el Congreso el que aprueba y ratifica convenios.

El fallo se conoció el mismo día en el que el Gobierno anunció la reprogramación de una reunión que Morales tenía prevista ayer con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca, a la espera de la resolución de la CC ante las «especulaciones» sobre la firma de un acuerdo migratorio.GARA