Mikel Landa aseguró que su gran etapa en el Tourmalet le sirve para recuperar parte de las buenas sensaciones que había perdido tras la caída del pasado lunes, y agradeció el apoyo de la afición vasca que abarrotó las laderas del emblemático puerto. «Queda Tour», resumió como adelanto de lo que viene.

«Tenía muchas ganas de hacerlo bien hoy, pero a falta de cinco kilómetros me he quedado vacío y las buenas sensaciones que tenía en toda la etapa han desaparecido», dijo el ciclista alavés del Movistar, que ahora se encuentra en la undécima plaza de la general, a 6.14 del líder, Julian Alaphilippe.

«Estoy más animado, con la afición ha sido un subidón, todavía queda Tour (...). Hemos visto a ciclistas como Jakob Fuglsang o Geraint Thomas que parecían muy fuertes y hoy no lo han estado tanto. Va a haber etapas con bastantes diferencias», indicó un Landa que no quiso desvelar cuál será su táctica en los próximos días, asegurando que le gustaría «estar disputando etapas y quedar lo más cerca del podium» en una carrera que ve muy abierta.

«El hecho de que no esté Chris Froome nos ha dado expectativas muy altas al resto y vamos con miedo a perder. Hasta que no se suelte la carrera no se sabe qué puede pasar», explicó, añadiendo que vio muy fuerte al líder: «La teoría dice que los días irán pasando factura; pero hasta que no suceda, es un candidato a la victoria».

Finalmente, y de cara a la última etapa de Pirineos que se disputa hoy, declaró que «mañana tenemos otra etapa muy dura, con puertos encadenados. Las estrategias pueden tener parte de protagonismo en esta carrera. Ayer fue una crono dura, hoy una etapa dura y el cansancio se va acumulando».

Y si Mikel Landa era la cara del Movistar, la cruz era Nairo Quintana, que se despedía sin remedio de sus opciones de podio: perdió tres minutos y medio y ya está a 7:19 en la general.

«Está claro que no he tenido un buen día. Es posible que la caída (de hace unos días) tenga algo que ver. Ahora seguimos adelante con Mikel y Alejandro, hay que apoyarles», dijo el colombiano, admitiendo que le tocará trabajar para ellos: «Hay diferentes formas de afrontar lo que queda, pero ellos están delante mío y hay que apoyarles».

Sobre el hecho de que Movistar tirara durante toda la etapa, Quintana reconoció que esperaba «un día bastante bueno» pero que «el cuerpo no ha respondido». «Mikel venía muy bien y no les podía parar», señaló.

El tercero en discordia, Alejandro Valverde, lamentó que el trabajo del equipo no diera el resultado previsto y achacó a Quintana que «no estaba en condiciones y no dijo nada» durante la jornada. «Hemos llevado el mando de la carrera y lo hemos intentado, pero Nairo no estaba bien, cosa que no sabíamos porque no ha dicho nada. No sé qué ha pasado, preguntárselo a él ahora cuando venga».

Según Valverde, «a partir de ahora está claro que cambia la jefatura de filas en el Movistar», equipo del que ahora mismo es el mejor clasificado, noveno a 5:27. No obstante, dejó claro que «no hay nadie muy superior a los demás», y de citar alguno se quedó con Pinot, del que dijo que «parece que está un poco por encima».