Fede de los Ríos
JOPUNTUA

«Nulla poena, nulla culpa sine iudicio»

Me gustan sus escritos, la mayoría de sus películas y para seguir el tópico, sobre todo las primeras. Los papeles de las actrices dirigidas por él distan mucho de ser secundarios y secundadores del establecido binomio «masculino/femenino»; los de los hombres acostumbran a ser el del antihéroe, una quiebra absoluta de los roles masculino del valor, la fuerza y la seguridad que representan otros directores. Si atendemos al test de Bechdel, las películas de Woody Allen superan con creces los estándares considerados mínimos para evitar la brecha de género.

Hace veintisiete años, en 1992, su entonces pareja Mia Farrow durante el proceso de divorcio alegó que Woody Allen había abusado sexualmente de su hija Dylan de 7 años, adoptada por ambos. Acusación que fue investigada por la Clínica de Abuso Sexual Infantil del Hospital Yale-New Haven de Connecticut y también por el Centro de Bienestar Infantil del Estado de Nueva York. Ambas instituciones concluyeron, de forma independiente, que no se había producido ningún abuso sexual.

No ha habido nuevas denuncias de abusos sexuales por parte del director. Por supuesto que éste puede mentir, las dos instituciones haberse equivocado al igual que los jueces. No sería un caso aislado pero ¿y si no es así? EH Bildu del Ayuntamiento de Donostia aduce que hay actores y actrices que le han retirado el apoyo; que un grupo feminista asturiano pide la retirada de una estatua erigida en su honor. Todo ello no aporta nueva carga probatoria de los hechos.

La pederastia no responde necesariamente a una visión falocrática de las relaciones sexuales en el mundo patriarcal en que vivimos, pero explotación infantil y explotación de la mujer acostumbran a ir de la mano masculina. Algo a combatir y erradicar tanto en los hechos puntuales como, y sobre todo, en la desapercibida cotidianidad. La práctica debe ser descarnada y fría, el juicio precedente basado en hechos y alejado de creencias. O no seremos justos. Ni justas.

Y como va de jardines, la homofobia del Che otro día..