S i alguien sabe algo de cine fantástico y de terror es Sam Raimi, que produce la película del género “Crawl” (2019), dirigida por Alexandre Aja, quien del mercado francófono se pasó al anglosajón sin que le haya faltado nunca el trabajo ni el interés por parte de los festivales especializados.

Juntos suman más y están triunfando con su propuesta veraniega, para la que habían invertido la modesta cantidad de 13 millones y medio de dólares, que ya han visto triplicada en la taquilla estadounidense.

Y no lo tenían demasiado fácil, porque en su categoría de las “monster movies” les tocaba competir con los tiburones asesinos de cada nueva temporada estival.

La acción de “Crawl” (2019) transcurre en Florida, pero el rodaje tuvo lugar en un estudio de Belgrado para abaratar costes. A consecuencia de una huracán de categoría 5 las autoridades ordenan la evacuación de la población civil, a lo que se niega la protagonista femenina encarnada por Kaya Scodelario.

Su padre, personaje a quien da vida el actor Barry Pepper, ha quedado atrás y no está dispuesta a irse sin él. La situación se torna desesperada cuando la casa sufre la inundación de los ríos desbordados, de los que proceden los cocodrilos que ahora amenazan su supervivencia familiar.