En este tipo de partidos siempre es muy complicado otorgar la etiqueta de favorito a uno de los dos finalistas. Sin embargo, en este caso, se podría decir que Super Amara Bera Bera parte con un puntito más ante Rocasa Gran Canaria para hacerse con el primer título de la temporada: la Supercopa que se disputa esta tarde en Eibar (18.15).

Las donostiarras juegan prácticamente en casa con la afición de su parte, tras una gran pretemporada que ha dejado muy buenas sensaciones en el cuerpo técnico y con la experiencia que le da ser el equipo que mejor se adapta a este formato de partido único que otorga el primer título de la temporada.

Tras el dominio de los conjuntos valencianos en la primera década de este siglo, el extinto Itxako de Lizarra tomó el relevo para cederlo luego a las guipuzcoanas, que ganaron en diez años seis de sus ediciones, Rocasa dominó en 2017 y el pasado año las donostiarras volvieron a llevarse la copa a sus vitrinas. Ahora buscan la octava Supercopa y el Rocasa, el segundo.

El técnico Imanol Álvarez, que volverá a la cancha de Ipurua donde comenzó su andadura como entrenador en 2006, podrá contar con Pizzo, Boada y Gil, mientras que la guardameta Arruda ayudará a Castellanos desde el banquillo. Como dato, seis de las 13 jugadoras de pista disponibles no conoce aún lo que es jugar este partido inaugural: Boada, Etxeberria, Cesáreo, Fernandes, Moreno y Gil.

Enfrente tendrán un Rocasa que también tiene serias opciones de llevarse la Supercopa a pesar del largo viaje y de que la grada no estará precisamente a su favor, pero las canarias llegan con la moral muy alta después de disputar la mejor temporada de su historia y haberse reforzado bien este verano.

Rocasa: Liga y EHF Challenge Cup

El equipo de Carlos Herrera sumó la pasada campaña tanto el título liguero como el prestigioso torneo europeo de la EHF Challenge Cup, el segundo continental de su historia.

El técnico señaló en la previa del encuentro que «el Bera Bera juega siempre muy bien y aunque cambie jugadoras siempre empiezan las competiciones con un ritmo muy elevado».

Desde el equipo grancanario creen que no tienen que dejarse influir por el ambiente.