Mikel INSAUSTI
Crítico cinematográfico

El unicornio mágico

Entre las habituales listas de gente millonaria que publica la revista“Forbes” también se encuentra la de los actores de Hollywood mejor pagados, o los que más ganan, si así se prefiere. El matiz viene a que en lo más alto del top se sitúa Dwayne Johnson con unos ingresos de noventa millones de dólares en el computo anual que va de junio del 2018 a julio del 2019. Y como no creo que sea gracias a la rentabilidad de las películas familiares o de acción que protagoniza, he investigado un poco para comprobar que, al igual que sucede con las estrellas de fútbol o los cocineros de la tele, su fortuna proviene de los contratos publicitarios.

El exluchador, al que hay quien sigue apodando con su nombre de guerra de The Rock, es imagen de la marca de material deportivo Under Armour, y en la actualidad promociona la colección para gimnasios Bend Boundaries, con zapatillas, auriculares, camisetas y otras prendas para el ejercicio físico. La clave de las ventas se halla, sin embargo, en la frase que pronuncia el fornido anunciante: “¡Conviértete en un unicornio mágico y musculoso!”.

Veo que el icónico mito del unicorno funciona para todo el mundo, para la franja infantil, la adolescente o para el colectivo LGBTIQ, desde que a Ridley Scott se le ocurriera sacarlo de forma enigmática en “Blade Runner” (1982), para volver sobre él de lleno en la reciente versión restaurada.