Kristen Stewart se hizo famosa por su papel en la saga juvenil “Twilight”, que no tiene nada que ver con el que interpreta en “Seberg”, dirigida por Benedict Andrews. La cinta, que compite en la sección Perlak de Zinemaldia, fue proyectada en la Sección Oficial de la Mostra de Venecia fuera de competición.

Jean Seberg fue una actriz en los años 60 que no fue capaz de mirar para otro lado ante una injusticia, y cuando tuvo la oportunidad de aprovechar su fama para dar voz a las Panteras Negras, lo hizo sin dudar, sin pensar en las consecuencias que aquel gesto solidario tendría en su vida. En la película se cuenta que sufrió una brutal persecución por parte de una sección del FBI, la cual terminó con su vida.

«Duele ver que ella estaba intentado ser honesta y eso es lo que le destrozó, eso es lo que le llevó a suicidarse, pero siempre supimos que había más de la historia y ahora la estamos descubriendo. Yo nunca he estado en una situación así, en mi caso siempre han sido tonterías», manifestó Stewart. En su opinión mucha gente que trabaja en el cine lo hace con el único propósito de conseguir fama y dinero, pero Seberg no era así.

Al respecto comentó que «ella quería utilizar su poder para el bien, pero cuando empezaron a distorsionar las cosas le afectó muchísimo. Su primer instinto era contar la verdad. Saber el compromiso que tenía Jane con ciertas causas aun sabiendo los peligros que tenía hace que la admire aun más. En realidad no eran ideas tan radicales, solo quería cosas como igualdad, democracia, justicia».

A su vez, aseguró que «ella era como el fuego, el agua, un gato sin control, y eso es lo que me inspira. Hacía falta cojones para hacerlo de esa forma».

La actriz atendió a un reducido grupo de periodistas en una suite del Hotel María Cristina, mostrándose amable y abierta. A la pregunta de GARA sobre si se están dando cambios en el cine al haber cada vez más papeles de mujeres poderosas, opina que «vivimos en una vida acelerada de crecimiento donde estamos descubriendo historias que durante años no han sido contadas. Hasta ahora ha habido una perspectiva masculina, y siento que las mujeres del mundo del cine estamos empezando a contar nuestras propias historias, y las contamos de una forma distinta. Algunas de las mejores historias de mujeres las han contado los hombres, pero también necesitamos perspectivas femeninas. Yo me siento muy motivada por el clima que hay hoy en día, es una situación contagiosa. Las mujeres podemos tomarnos de las manos y hablar de nuestras cosas, y eso es algo muy bello».

La actriz californiana también tuvo ocasión de mencionar la situación actual de su país. «No quiero que Trump vuelta a ser presidente nunca más», dijo. En su opinión, «no hace falta ser muy inteligente ni entendido para darte cuenta de lo que pasa en la política» y la sociedad da importancia a las «causas humanitarias», tanto que considera que «viendo al presidente que tenemos la gente se compromete más para avanzar».

Del teatro al cine

En opinión de Benedict Andrews «es complicado buscar a una actriz que haga el papel de otra actriz. No solo quería una persona que hiciera de actriz, quería a alguien que se metiera dentro del papel». Y fue así como encontró a Stewart, quien además tiene paralelismos con Jean Seberg: no solo se parece a ella físicamente sino que además también es un icono cultura y trabaja tanto en el cine europeo como en el americano.

Le preguntamos al director cómo fue dar el salto desde el teatro a la gran pantalla. Dijo que siempre le ha gustado el cine y hacía tiempo que rondaba esa idea por su cabeza. «Yo había dirigido la obra ‘Blackbird’ en Alemania diez años antes, y cuando vi que estaban haciendo el guion para cine quise hacer la película ‘Una’».

En esta ocasión, ha partido de cero con una historia basada en hecho reales. «En ambas cintas quiero acercarme a las personas que están en crisis, las cuales les lleva a aspectos desconocido de ellos mismos», afirmó.