Arnaitz GORRITI
KIROLBET BASKONIA

Amarga derrota en el Palau

Los baskonistas fueron mejores hasta el final, gracias a Fall y Garino ante todo, pero 20 pérdidas y un gran Davies evitaron el triunfo.

BARCELONA 95

KIROLBET BASKONIA 87


Perder en el Palau Blaugrana y ante un Barça tan sideral como aparenta no puede ser motivo de amargura, pero lo cierto es que la derrota en la prórroga de Kirolbet Baskonia por 95-87 dejó un regusto horrible.

Los de Velimir Perasovic fueron mejores entre el segundo y el último cuarto, pero perdonaron al Barça, en buena medida por culpa de sus 20 pérdidas de balón. Los triples de Garino y la presencia interminable de Youssoupha Fall sembraron el terror en el Palau, pero Brandon Davies, que a la chita callando ha llegado del Zalgiris y ha enterrado a Tomic al fondo del banquillo, le plantó cara y acabó por convertirse en el héroe culé con 24 puntos y 11 rebotes. Asimismo, Malcom Delaney también acabó por superar a un negado Vildoza y a un Pierria Henry que acabó agotado. Y por si todo ello fuera poco, una dudosísima antideportiva sobre el propio Pierria Henry en el tiempo extra sobre un muy buen Nikola Mirotic acabó por ser la puntilla.

El partido arrancó con un vídeo homenaje por Chico Sibilio y un minuto de silencio, similar al que tuvo lugar en Gasteiz. Y una vez metidos en harina, sorprendió Pesic al poner a Hanga de base puro. Pero acertó, porque el Barça pasó por encima de los baskonistas durante esos primeros minutos, y llegó a disponer de un 24-10 a favor, un marcador arreglado por la irrupción de Shengelia.

Cada vez mejor, hasta el final

Kirolbet Baskonia se agarró a su propia inercia y llevó el juego por los derroteros que le interesaban, forzando el empate a 42 en el descanso y tomando la delantera a partir del tercer cuarto.

Los nueve valientes que empleó Velimir Perasovic –la gestión de la rotación merece capítulo aparte– llevaron al Barça al límite, en especial un Youssoupha Fall que opacó durante largos minutos el juego del Barça, sobre todo su ataque. Los culés, además, se encontraron con una sequía triplista tremenda, todo lo contrario de un Baskonia que mientras le duró el fuelle mantuvo un acierto del 50% desde más allá de los 6,75 metros.

El Barça, que llegó a tener ocho puntos de desventaja, llegó a tirar de un Abrines muy fuera de forma y un Smits que acabó por ser un revulsivo mientras sus titulares tomaban aire. Gracias al letón el partido entró en el último cuarto con 58-63. Kirolbet Baskonia, de cualquier modo, aguantó el envite blaugrana con Garino erigido en salvador, a golpe de triple cuando más calentaba el sol.

No obstante, las pérdidas empezaron a acumularse en esos minutos, sobre todo por parte de un Pierria Henry cada vez más cansado. Delaney empató 80 y el duelo se fue a una prórroga casi sin gasolina.

Y es que en el tiempo extra, la falta de físico le pasó factura al Baskonia. A Fall se le subió el gemelo, dos triples de Garino ni tocaron aro y Diop, tras la quinta falta de Eric, saltó muy frío. Solo faltaba la antideportiva que los árbitros le endosaron a Pierria Henry para cerrar el círculo; un círculo cerrado por un triplazo de Brandon Davies, y que dejó al Baskonia con una derrota demasiado dolorosa.

Perasovic acaba con el físico de sus jugadores

Solo es un titular pero también es la verdad, aunque nadie esté hablando de métodos inhumanos de entrenamiento ni fábulas de ese calibre. Pero lo cierto es que Perasovic, tan de la vieja escuela, se encuentra mucho más cómodo rotando a ocho o nueve jugadores que a más. Eso no es ni bueno ni malo, pero ayer acabó por agotar a sus jugadores antes de hora y ese agotamiento físico pasó factura en la prórroga.

Los lesionados Stauskas y Granger, al que operan hoy, no pueden jugar, pero jugadores como Ilimane Diop y Miguel González no están de adorno. Es evidente que Perasovic marca una jerarquía y a ella se debe atener, pero tampoco es ninguna locura sugerir que dos jugadores que han venido probando su valía en la Liga ACB –sí, Miguel González también en sus escasísimas apariciones en el parqué– pudieran dar cinco minutos de refresco, aunque fuera en el Palau. No puede nadie decirle a Perasovic cómo hacer su trabajo, pero lo cierto es que su colega Svetislav Pesic, a la desesperada, utilizó a Smits y Abrines –este último muy fuera de forma– y el resultado, más allá de la victoria culé, fue positivo. Con algo de aire, Kirolbet Baskonia hubiera ganado en el Palau. Y además empieza la Euroliga. A. G.