GARA
MADRID

Asier Polo y Félix Ibarrondo, Premios Nacionales españoles de Música 2019

El jurado ha concedido el premio de interpretación al bilbaino Asier Polo por su «excelencia artística» como violonchelista y por su larga trayectoria concertística internacional, mientras que del compositor oñatiarra Félix Ibarrondo ha destacado su aportación en el campo de la música orquestal, vocal y electroacústica «interpretada por múltiples orquestas españolas y europeas». El premio consta de 30.000 euros para cada uno.

El violonchelista Asier Polo, en la modalidad de interpretación, y Félix Ibarrondo, en la de composición, fueron galardonados ayer con los Premios Nacionales españoles de Música 2019, que concede anualmente el Ministerio español de Educación Cultura y Deporte y que están dotados con 30.000 euros cada uno.

El jurado ha concedido el premio a Polo (Bilbo, 1971) por su «excelencia artística» como intérprete y por su larga trayectoria concertística internacional. «Es una emoción enorme porque no me lo esperaba. Es el mejor broche para un año muy intenso de retos, de superación personal, en el que cumplo 25 de carrera», señaló.

A su vez, indicó que «ha sido el año de buscar retos dentro de la profesión, de renovarme. Me he metido en el mundo del barroco, he hecho las suites de Bach, las sonatas de Brahms, he grabado dos discos y saqué la plaza para un conservatorio de Suiza». Aseguró que destinará el dinero del premio a pagar el crédito con el que se ha comprado su segundo violonchelo.

Considerado por la crítica especializada como uno de los violonchelistas más destacados de su generación, Polo ha colaborado como solista con algunas de las orquestas más importantes del panorama internacional bajo la dirección de importantes batutas como John Axelrod, Pinchas Steinberg o Christian Badea, entre otros. Asimismo, ha compartido escenario con artistas como Silvia Marcovici, Nicolás Chumachenco, Sol Gabetta, Maxim Rysanov, Isabelle van Keulen, Josep Colom, Eldar Nebolsin, Gérard Caussé, Cuarteto Janácek, Cuarteto Casals o el tenor Alfredo Kraus, quien le invitó en los últimos años de su carrera a colaborar como solista en sus recitales.

Sobre Ibarrondo (Oñati, 1943), el jurado ha estimado su aportación en el campo de la música orquestal, vocal y electroacústica, interpretada por múltiples orquestas europeas, y ha destacado el hecho de que sigue actualmente en plena actividad como lo atestigua el estreno en 2018 de sus obras “Akaitz” (1994) en Zagreb y, en 2019, “Hamarka” y “Entre bóvedas”. Asimismo, también subrayan la publicación de un doble CD titulado “Barne Hegoak, Alas del alma”.

El oñatiarra contó que estaba celebrando la concesión almorzando y señaló que nunca le han importado los premios pero que este ha sido «especial». «En este momento el premio me cae mucho más profundamente, porque cae en un vacío. Lo necesitaba», añadió.

Su abundante y variada obra, en la que destacan la música orquestal y vocal, ha sido interpretada por grupos instrumentales e intérpretes de reconocido prestigio. A lo largo de su trayectoria ha recibido numerosos encargos de diferentes instituciones y formaciones.