GARA
LONDRES

Johnson apelaba a sus socios para cerrar el acuerdo sobre el Brexit

Boris Johnson apuraba anoche los minutos para lograr el apoyo de sus socios norirlandeses y tories euroescépticos que le permitiera cerrar el acuerdo sobre el Brexit ya ultimado con Bruselas, que no tenía intención de rubricar hasta que se garantizara el respaldo parlamentario para sacarlo adelante el sábado en Westminster. En caso contrario, el primer ministro británico debería pedir un nuevo aplazamiento para el divorcio, tal y como aprobó el Parlamento.

Unas horas antes del inicio hoy de la cumbre del Consejo Europeo todo indicaba que Londres y Bruselas habían pactado las bases del acuerdo para la salida de Reino Unido del bloque comunitario, pero Bruselas no estaba dispuesta a firmarlo hasta que el primer ministro británico, Boris Johnson, garantizara contar con los apoyos parlamentarios necesarios para sacarlo adelante el sábado en Westminster. Y anoche el premier apuraba los minutos en reuniones con sus socios unionistas norirlandeses del DUP y sus compañeros de partido más euroescépticos, de quienes depende su mayoría en el Parlamento. No parecía fácil.

Las negociaciones técnicas que ultimaban el pacto en Bruselas coincidían en el tiempo con los contactos en Londres con los grupos que amenazaban con vetar en la Cámara de los Comunes cualquier tratado que no satisfaga sus demandas.

El DUP reclama que la Asamblea norirlandesa tenga peso suficiente en las decisiones que se tomen sobre el futuro estatus de la frontera tras el Brexit. Y se muestra escéptico sobre un arreglo que interponga controles aduaneros entre el norte de Irlanda y Gran Bretaña. La formación rebajó las posibilidades de apoyar al Gobierno.

Más conciliadores se mostraron los tories euroescépticos, una de cuyas principales demandas es que Reino Unido tenga libertad para firmar acuerdos comerciales con terceros países y desviarse de las normas comunitarias. El diputado tory Steve Baker, uno de los líderes de la facción más euroescéptica, aseguró que el acuerdo que está negociando Johnson «podría perfectamente ser tolerable».

El nuevo acuerdo contemplaría dotar al norte de Irlanda de un estatus especial con regulación europea en determinados sectores y controles aduaneros fuera de la isla de Irlanda, en el mar de Irlanda, algo que Theresa May no aceptó.

El sábado, en Westminster

Así, todo parecía anoche a punto para que, en caso de que Johnson consiga los apoyos necesarios, el nuevo tratado sea ratificado hoy o mañana por el Consejo Europeo para que pueda ser sometido el sábado a la Cámara de los Comunes.

El Gobierno británico, aunque señalaba que quedaban aún «asuntos pendientes» por resolver, confirmaba que siguen adelante los planes para convocar una sesión parlamentaria extraordinaria el sábado. El Ejecutivo lo decidirá hoy.

Si Johnson no lograra atar los apoyos necesarios, podía intentar convencer a diputados de la oposición laborista para que respalden un tratado de salida a la vista que 19 de sus parlamentarios firmaron este mes una carta en la que se mostraban contrarios a retrasar el Brexit más allá de la fecha prevista el 31 de octubre, y partidarios de votar a favor de un acuerdo.

Sin embargo, el líder laborista, Jeremy Corbyn, dijo estar «profundamente preocupado» por los detalles que se habían filtrado y deslizó un posible «no» de su partido en la Cámara de los Comunes: «No es un acuerdo que podamos apoyar por lo que he oído hasta ahora». También sugirió ayer que no planea expulsar de su grupo a los diputados que se puedan rebelar para votar junto con el Gobierno.

La responsable del Partido Liberal Demócrata, Jo Swinson, indicó que su formación valoraría la posibilidad de respaldar un acuerdo si el Ejecutivo se comprometiera a someterlo a un referéndum de confirmación.

En caso de que Johnson no consiga la ratificación del texto a medianoche del sábado, la llamada Ley Benn aprobada por el Parlamento le obliga a enviar ese mismo día una carta a Bruselas para solicitar una extensión del plazo para el divorcio.

El primer ministro ha insistido reiteradamente en que no tiene intención de pedir una prórroga en ningún caso.

Pero ayer,su ministro para el Brexit, Steven Barclay, aseguró que Johnson «cumplirá» la ley si no se pactan unos términos de salida este fin de semana.