«Gobierne quien gobierne las pensiones públicas se defienden». El mensaje lanzado a lo largo del año en las movilizaciones semanales de los «lunes al sol» en Euskal Herria, presidió la manifestación que recorrió las principales calles de Madrid para reclamar una revalorización de las pensiones con el IPC real por ley y que se eleven las mínimas hasta 1.080 euros.

La marcha, abierta por una decena de pensionistas en silla de ruedas y con muletas, arrancó de la Puerta del Sol y, en su camino al Congreso, donde pretendían finalizar la movilización a mediodía, fue frenada por un dispositivo policial que les cerró el paso.

Para entonces, una representación de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones había registrado en la Cámara un manifiesto con sus reivindicaciones.

«Dignas, justas y suficientes»

El portavoz de la coordinadora, Tiano Sandoval, explicó ante los medios de comunicación que el documento entregado reclama pensiones públicas «dignas, justas y suficientes».

Adelantó, asimismo, que no cesarán en su lucha por la derogación de la reforma de las pensiones de 2011 y de 2013, por lo que se volverán a manifestar en distintos lugares del próximo 16 de diciembre.

«No aceptamos el 0,9% de subida de las pensiones. Solo aceptamos IPC real», destacó Conchita Rivera, otra de las portavoces de la coordinadora.

Con pancartas que recogían que «la banca manda y el Gobierno ataca» o «blindemos las pensiones en la Constitución», los pensionistas reivindicaron también acabar con la desigualdad de género en salarios y pensiones, subir la retribución que corresponda por viudedad y que la jubilación anticipada con cuarenta años cotizados no se penalice.

La marcha transcurrió en un ambiente festivo, en medio de consignas como ‘‘pentsionistak aurrera’’, en boca de integrantes de la columna que partió de Bilbo, “Viejo sí, tonto no”, “Robar al mayor, vileza atroz”, “FMI y UE amenazan las pensiones”, o “Robar al viejo es obsceno”; todas ellas en contra de la actual situación y en demanda de pensiones dignas.

«Estamos aquí para que cumpla, no vamos a desfallecer y vamos a continuar», gritaban algunos manifestantes, mientras otros afirmaban enfadados que seguirán luchando para que se derogue el factor de sostenibilidad aprobado por el PP y ligado a la esperanza de vida.

Otros manifestantes se ataviaron con gorras de color amarillo con un único lema, “1.080”, la cifra que quieren fijar como mínimo para cualquier pensión, de forma que ningún pensionista tenga unos ingresos inferiores a esta cuantía.