Natxo MATXIN
OSASUNA

Sesenta años es demasiado tiempo para seguir sin ganar en Granada

Desde finales de marzo de 1958, la escuadra navarra ha sumado un total de cinco empates en los doce desplazamientos realizados.

Desde finales de marzo de 1958, Osasuna no gana en Granada. Demasiados años si tenemos en cuenta que dicha inexpugnabilidad se ha prolongado en el tiempo más que en otros campos en teoría más complicados, como el Camp Nou o el Santiago Bernabéu. Por unas razones o por otras, el feudo nazarí se les ha atragantado a las huestes rojillas con un carácter ya casi histórico, de ahí que sea buen momento para romperlo.

Si alguien puede hacerlo es este Osasuna de Jagoba Arrasate, que sabe superar las empresas más complicadas, siempre y cuando ofrezca su mejor versión. Esa de la que se pudo disfrutar en la segunda parte frente al Villarreal, generando el segundo triunfo liguero de la temporada, al que ahora se le quiere dar continuidad en el Nuevo Los Cármenes.

Porque si el conjunto navarro consigue ganar en tierras andaluzas, igualaría en la clasificación al denominado equipo revelación de este inicio competi- tivo, alcanzando 14 jugosos puntos que le permitirían dar un salto cuantitativo en la tabla. Todo dependerá de cómo le haya sentado al vestuario rojillo este nuevo parón y de si logra mantener el mismo ritmo competitivo a pesar de las importantes bajas que acumula.

Y es que, en lugar de aminorar la nómina de la enfermería, que es lo que habitualmente sucede en estos casos, el receso liguero ha provocado justo el efecto contrario. El último contratiempo en forma de lesión lleva la firma de Rober Ibáñez, cuyo edema le va a impedir viajar hasta Granada, tal y como confirmó ayer Jagoba Arrasate en la previa del partido.

Su ausencia se suma a la de Lillo por el fuerte balonazo en el ojo que recibió en el entrenamiento del pasado lunes, junto a la de un David García que todavía continúa renqueante de sus dolencias en el pie. Los tres conforman el cuadro médico, junto a los lesionados de larga duración, Unai García y Barja.

No todo son malas noticias. Rubén García, que ha estado parado durante una semana para recuperarse de la cirugía que se le realizó como consecuencia de una anterior operación para retirarle un absceso, entrenó con normalidad y parece estar a disposición de Arrasate, aunque quizás no para contar con él desde el inicio. Además, Iñigo Pérez recibió el alta médica el martes, con lo que podría ir disponiendo de minutos, caso de que el míster rojillo así lo considere oportuno.

Brandon, probable beneficiado

El mayor beneficiado por las bajas podría ser Brandon, que volvería al equipo titular para aportar trabajo y velocidad, después de haber estado dos jornadas sin tan siquiera ser convocado. Parece la opción más lógica, a no ser que el técnico de Berriatua opte por una alternativa similar a la que probó en el amistoso frente a la Real, formando de inicio un trivote en la medular y basculando a Adrián al carril zurdo.

También el Granada afronta idénticos problemas, aunque su envergadura se antoja más trascendental, dado el importante papel que han jugado hasta ahora los futbolistas de los que no podrá echar mano el técnico local, Diego Martínez. En el bloque nazarí no estarán presentes ni Germán ni Montoro, dos piezas claves en el engranaje defensivo y creativo, lo que puede hacer resentirse el rendimiento de los anfitriones. Como alternativa, el preparador gallego acumularía efectivos en el medio campo o podría dar entrada en la media punta al habitual delantero Carlos Fernández.

 

«Una de las salidas más complicadas»

No dudó Arrasate en tildar el encuentro de hoy como «una de las salidas más complicadas», por el momento que vive el Granada, un conjunto al que el técnico vizcaino elogió por «jugar muy bien al fútbol y encontrar el gol con facilidad».

«Han mejorado en lo que se refiere al ataque posicional, son capaces de llevar la iniciativa, pero también tienen una defensa organizada y en transición te pueden hacer daño. Si a eso le sumamos el acierto en estrategia y que marcan pronto, sabiendo gestionar esa ventaja, se convierten en un equipo muy completo», advirtió el preparador de Berriatua.

Para contrarrestar ese poderío local, Osasuna deberá ofrecer su mejor cara en el estadio nazarí. «Jugar en el campo del rival, llegar por fuera, ser verticales y apretar hacia adelante. Ahí es donde nos encontramos cómodos porque, si el equipo es largo, como ante el Levante y la primera parte contra el Villarreal, vamos a tener dificultades», avisó. N.M.