ALAVÉS 2

CELTA 0

El Deportivo Alavés de ayer fue impulsivo. Impulsivo a la hora de presionar y a la hora de atacar, desde el pitido inicial. Y así es como consiguió sumar su tercera victoria de la temporada. Supo cómo y cuando atacar a un Celta que tuvo sus mejores ocasiones en un tramo limitado de tiempo, entre el minuto 12 y el 46 de la primera mitad, con un gol anulado inclusive.  

Un gol que tuvo su miga. Fue preciso el uso de la lupa en el VAR para ver si el último en tocar el pase de Rafinha fue Aspas o Duarte, para luego concretar si Mina había marcado en posición reglamentaria. Primero, González González, con la ayuda de su linier, decidió que no debía de subir al marcador el 0-1; el VAR le corrigió enseguida porque en una primera toma parecía Duarte el último en tocar; tres minutos después, con la lupa bien precisa, se vio como la bota amarilla de Aspas tocó el esférico, anulando así la posición de Mina. 

Tres minutos de incógnita, de puro nervio, en un duelo que era vital para ambas escuadras. El Deportivo Alavés durmió la noche del sábado en zona de descenso por culpa de la victoria inesperada del Mallorca frente al Real Madrid. Ahora, sin embargo, es el Celta quien tiene más problemas que el Glorioso, que ha cogido impulso para escalar hasta la decimotercera plaza. Los gallegos terminan la jornada como el cuarto peor equipo de la tabla. Esto sirve de ejemplo para confirmar lo importante que es derrotar a los rivales más directos.

Garitano subrayó en la rueda de prensa previa al enfrentamiento que la clasificación no hace justicia para el equipo que ha configurado el Celta, con un ataque que a priori se presenta demoledor con Aspas, Mina, Denis Suárez o, incluso, Rafinha, cuando se incorpora a la tarea ofensiva. Ninguno de ellos, sin embargo, estuvo demasiado fino de cara a gol. Mina y Aspas, los jugadores más adelantados en el esquema de Fran Escribá, consiguieron meter en algunos problemas a Laguardia y Magallán, con los balones que sus compañeros enviaban a la espalda de estos centrales. Ninguno de ellos logró atacar en condiciones la portería de Pacheco. Un disparo demasiado cruzado de Denis Suárez fue una de las mejores ocasiones del Celta, y fue instantes después de ver cómo anulaban el 0-1, después de un inicio incisivo del Glorioso, que tuvo una buena ocasión en el minuto tres.

Joselu no dirigió bien su cabezazo y tampoco estuvo fino en un pase de la muerte de Luis Rioja. El larguero evitó su gol, para su propia desesperación. 

Las dos mejores ocasiones de los locales llegaron a cuentagotas en los primeros 45 minutos. A cuentagotas porque muchas veces no supieron conectar una vez que robaban el esférico en el centro del campo. En esa tarea, Wakaso fue el más habil. Parece uno de los jugadores más en forma del Alavés y su impulso fue clave para sumar tres nuevos puntos. 

De hecho, de alguna forma, participó en la construcción del 1-0, obra de Magallán en su segundo partido como titular con la elástica albiazul. Todo comenzó cuando el ghanés envió al área uno de sus saques de banda. Joselu remató, como pudo, el envío de Wakaso, provocando un saque de esquina que fue cabezeado, magistralmente, por el argentino.  

Ausencias bien suplidas

Con el sendero allanado para firmar una nueva victoria, Garitano acertó desde el banquillo. El equipo no se replegó de manera abrupta, mantuvo la presión alta para así anular las mejores cualidades de los jugado- res celtiñas. Y es que, estaba claro que la calidad de los vigueses podía acarrear problemas en cualquier minuto.

El Glorioso no permitió que conectaran los jugadores visitantes más habilidosos, Wakaso siguió ejerciendo de líder en la presión, acompañado de un Manu García que ayer estuvo más a la sombra pero que ejerció una digna labor en la contención. 

Las ausencias de Ely y Pina, por sendas lesiones, se presentaban como un posible problema viendo la cantidad de minutos que han disputado ambos jugadores en las ocho jornadas iniciales −junto a Wakaso y Laguardia, son los jugadores más utilizados por Garitano−. Una vez cosechada la victoria, se puede decir que tanto la pareja Magallán-Laguardia en el eje central, como Wakaso y Manu García como pareja en el centro del campo, funcionó notablemente. 

A Garitano también le dio resultado jugar con dos puntas, con Joselu y Lucas Pérez, y mantuvo esa disposición ofensiva hasta el minuto 80, instantes antes de sentenciar el partido. Y fue eso, quizás, la clave para amarrar la victoria. Fran Escribà decidió, a la desesperada, cambiar su esquema para intentar buscar una forma más incisiva para atacar. Se olvidó de la faceta defensiva y Aleix Vidal y Lucas Pérez consiguieron fabricar el 2-0 en un contragolpe.

Porque el Alavés domina ya los dos planteamientos más utilizados de Garitano (el trivote o la dupla de delanteros) y el equipo apenas flaqueó cuando, disimuladamente, empezó a hacer modificaciones. 

Fue una mañana redonda para el técnico de Bergara y para los más de 16.000 aficionados que se dieron cita en Mendizorrotza. El Alavés visitará este mismo viernes al Villarreal en una buena forma respecto a las sensaciones y más impulsivo que nunca en ataque. 

Garitano considera que fue «el partido más completo»

El entrenador del Deportivo Alavés, Asier Garitano, consideró tras la victoria ante el Celta que jugaron «el partido más completo», pero recordó que no se tienen que olvidar que van a tener que sufrir.

El guipuzcoano analizó que han jugado «bien los partidos de casa» y reconoció que fuera les ha costado más, pero incidió en tener «una intensidad grande desde arriba». «Cuando nos ponemos por delante en el marcador nos toca ser sólidos, pero para conseguir eso hay que hacer un buen trabajo», expresó el técnico que celebró que el Celta les generase «muy pocas ocasiones».

«Hemos tenido tres o cuatro ocasiones muy buenas y si seguimos así nos irá bien», asintió el técnico albiazul.

Sobre Lucas Pérez, goleador y asistente en el encuentro, comentó que es un jugador que con «continuidad ha hecho goles», pero matizó que está en el Alavés y «hay que hacerle ver que los de arriba tienen que trabajar mucho».

Garitano consideró que han hecho «muchas cosas bien», incidió que tuvieron «las ocasiones más claras» y admitió que «de tanto insistir es posible que los rivales puedan cometer errores».

«A los que vienen de diferentes equipos de medio campo para arriba les va a costar porque les exigimos mucho», subrayó el bergarés. 

«Estoy contento con estos once puntos, pero si hubiésemos perdido, estaríamos en la misma línea», concluyó. GARA