Despliegue de la tecnología 5G: ¿Hay riesgos para la salud?
¿El 5G es, realmente, peligroso para la salud humana? Esta pregunta se escucha cada vez más, al tiempo que aumenta la preocupación entre la gente. En este reportaje, la agencia France-Presse (AFP) hace un repaso a lo que hasta ahora ha dictaminado la ciencia.

De entrada hay que aclarar qué es el 5G. Revolucionando la industria de las telecomunicaciones, esta tecnología ofrecerá un rendimiento mucho más elevado que el 4G actual, con un acceso más rápido a contenidos y la capacidad de hacer circular miles de millones de datos sin obstrucción.
El 5G permitirá conectar todo tipo de equipos electrónicos entre sí, lo que generalizará aplicaciones futuristas: automóviles autónomos, fábricas automatizadas, cirugía a distancia, robots “inteligentes”...
Para aumentar el volumen de datos, el 5G utilizará una banda de frecuencia más alta que la de la actual telefonía móvil: a partir de 3,4 gigahercios (GHz) al principio, para llegar a superar los 26 GHz con el tiempo.
Cuanto mayor es la frecuencia, menor es la longitud de las ondas. Por eso, el despliegue de las redes 5G requerirá aumentar el número de antenas, un escenario que preocupa a algunas ONG.
El despliegue ha comenzado ya en Estados Unidos, mientras que Corea del Sur anunció en abril que había completado la cobertura de todo su territorio. En Europa, Suiza, Finlandia, Estonia y Mónaco son algunos de los primeros países que han entrado en esta carrera. Alemania ya ha atribuido las frecuencias necesarias a los operadores y el Estado francés hará pronto lo mismo.
¿Qué dice la ciencia?
No solo los teléfonos móviles; también la televisión, la radio o el wifi: las fuentes de exposición a las radiofrecuencias son numerosas, lo que provoca «temor», como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Pese a las múltiples investigaciones realizadas, por el momento nada indica que la exposición a campos electromagnéticos de débil intensidad sea peligrosa para la salud humana», subraya la OMS.
Esta ausencia de efecto a corto plazo es válida «para las diferentes fuentes de exposición, siendo los teléfonos móviles los más presentes tanto en número como en intensidad», tal como explica a AFP Olivier Merckel, experto de la Anses, la agencia de seguridad sanitaria francesa, que en el año 2013 ya publicó una evaluación de riesgos ligados a las radiofrecuencias.
Sin embargo, ciertos estudios aluden a «un posible aumento del riesgo de tumor cerebral, a largo plazo, para los usuarios intensivos de teléfonos móviles», como recuerda la misma agencia. Es por ello que el CIIC, el centro de investigación de la OMS especializado en el cáncer, clasificó en 2011 las radiofrecuencias como «posiblemente cancerígenas para los seres humanos», recomendando los kits de manos libres para los ordenadores portátiles.
Por otro lado, en un informe de 2016, la Anses estimó que las ondas de los portátiles, tabletas o juguetes conectados podrían tener efectos sobre las funciones cognitivas –memoria, atención, coordinación– de niñas y niños. Y recomendó limitar su exposición a este tipo de aparatos.
¿Efectos biológicos o sanitarios?
«El principal efecto biológico de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia es de naturaleza térmica», es decir, el aumento de la temperatura de las zonas expuestas, según indica la OMS. Este es el principio por el que funcionan los hornos microondas y el hecho por el que se imponen límites de potencia a los ordenadores portátiles.
Además, «hay estudios que han demostrado la existencia de efectos biológicos sobre parámetros muy específicos, como el sueño o la tensión», señala Merckel.
Pero, y este punto es importante, efecto biológico no quiere decir necesariamente efecto sanitario, es decir, peligro para la salud. Una distinción difícil de entender para el público en general.
Los efectos biológicos son una señal de que el cuerpo se adapta a las variaciones que se producen en su entorno.
«Por ejemplo, el estrés hace subir la tasa de adrenalina y el esfuerzo físico, la temperatura del cuerpo; en ambos casos, es una reacción fisiológica normal y reversible», explica Brahim Selmaoui, investigador de Ineris (instituto francés que analiza los riesgos en el medio ambiente industrial).
La cuestión final es saber si la acumulación de efectos biológicos excede la capacidad de adaptación de nuestro cuerpo, lo que puede tener consecuencias para la salud.
¿Cuestiones específicas sobre la 5G?
Las bandas de frecuencia con las que se está comenzando a desplegar el 5G, aproximadamente los 3,5 GHz, son «cercanas a las que se usan actualmente para el 4G o el wifi», apunta Merckel. Por lo tanto, esto no cambia radicalmente las cuestiones que se plantea la ciencia.
Pero sí será diferente para las bandas que serán utilizadas después, a partir de 26 GHz (es lo que se denomina el “5G milimétrico”).
«A partir de 10 GHz, la energía electromagnética prácticamente no penetra en el cuerpo pero se concentra al nivel de la piel: esto plantea interrogantes diferentes en cuanto a los efectos potenciales sobre la salud», observa Merckel. «A 70 GHz, el cerebro no está expuesto en absoluto, la concentración es superficial, en la piel o las orejas», añade Selmaoui.
En estos momentos, faltan datos para responder a estas cuestiones.
En 2012, la Anses evaluó los riesgos de los escáneres corporales utilizados en los aeropuertos, que también funcionan con ondas milimétricas. Su conclusión: «Este tipo de escáner no representaría ningún riesgo para la salud».
Pero si bien las ondas son del mismo tipo, su uso es diferente: con la 5G, la exposición de la gente será mucho más prolongada. La agencia francesa está preparando un estudio sobre los posibles efectos específicos de las señales 5G en los humanos que espera concluir «a finales de 2020», según Merckel.
¿La sociedad va demasiado rápido?
Más allá de la cuestión de las ondas, las ONG que se oponen al 5G temen que nos lleve a un mundo “fuera de control”: una sociedad donde todo irá demasiado rápido y donde las personas estarán cada vez más conectadas, con la vista todavía más centrada en las pantallas.
La Anses realizará otro estudio específico sobre el impacto social de estas tecnologías. «Es muy extenso: se trata de examinar los efectos de nuestra exposición a los aparatos digitales sobre la salud en sentido amplio; es decir, la situación de bienestar físico, social y mental, dejando a un lado la cuestión de la radiación», precisa Merckel.
Este nuevo experimento durará mucho tiempo. «Al menos dos o tres años», según pronostica este experto.
El Pentágono insta a sus aliados a no utilizar las redes de Huawei
La Administración de Donald Trump ha puesto a Huawei en su objetivo en tanto que la empresa china es un elemento crucial en la carrera tecnológica que se está desarrollando en estos momentos a escala planetaria. En este contexto, no resulta extraño que el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, advirtiera el jueves a sus aliados de la OTAN en contra de emplear las redes 5G de la compañía china.
«Como he aconsejado a nuestros aliados de la OTAN, si Huawei se convierte en el proveedor, va a menoscabar de manera grave nuestra capacidad de compartir inteligencia, nuestra capacidad de interactuar militarmente, porque simplemente no podemos confiar en esas redes», declaró Esper durante una conferencia en Bruselas. Recordó que Washington ya impuso en mayo un veto a Huawei que prohíbe a las empresas estadounidenses hacer cierto tipo de negocios con ella.
Tras la reunión de dos días mantenida en la capital belga, los ministros de Defensa de la OTAN acordaron evaluar «concienzudamente» los riesgos de seguridad de futuras infraestructuras. Así, decidieron actualizar los requisitos de base para las telecomunicaciones civiles, incluido el 5G. «Esto es importante, porque la próxima generación de telecomunicaciones afectará a cada aspecto de nuestra sociedad, desde el transporte a la atención sanitaria o la educación; también a nuestras operaciones militares», señaló el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.GARA

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra

El exalcalde de Hondarribia fichó por una empresa ligada a Zaldunborda

«Tienen más poder algunos mandos de la Ertzaintza que el propio Departamento»
