Beñat ZALDUA

El independentismo catalán le birla un escaño al bloque del 155

No ha sido un Tsunami –eso está programado para hoy–, pero las elecciones marcadas por la sentencia del Supremo contra el 1-O y por la posterior respuesta reforzaron ayer a un independentismo que busca resituarse en el escenario postsentencia. Pese a la monotemática y violenta campaña del unionismo, basada en las constantes arremetidas contra Catalunya, los resultados ayer fueron claros: la suma de los partidos independentistas dio un diputado más que en abril, mientras que el bloque del 155 perdió uno.

Esquerra se volvió a erigir en vencedora de las elecciones en Catalunya, apuntalando su dominio electoral en el campo soberanista. Pasó de 15 diputados a 13, algo más o menos esperado, ya que en abril logró los últimos escaños de Girona y Tarragona por los pelos. Lo que sí podría considerarse como un toque de atención es el descenso en los votos recibidos: dos puntos menos que el 28A. En cualquier caso, ganó las elecciones también en número de votos.

La fuerza que más enmendó la plana a las encuestas, sin embargo, fue JxCat, que no solo aguantó los resultados, sino que los mejoró. En contra de los sondeos que le auguraban una pérdida de uno o dos escaños, sumó uno más –llegando a ocho– y creció más de punto y medio. Un resultado que da alas a la candidata, Laura Borràs, a quienes algunos ya ven como candidata en las próximas elecciones al Parlament. Pero ya veremos. Las resistencias no serán menores dentro del mismo espacio postconvergente.

La CUP, por su parte, confirmó su irrupción en el Congreso con dos diputados, logrados en Barcelona. Aunque quedó cerca de obtener representación también en Girona –finalmente ganó el escaño En Comú Podem–, la Esquerra Independentista alcanzó el objetivo fijado: entrar en la Cámara Baja.

Fuera del independentismo, pero dentro del campo contrario a la sentencia del Tribunal Supremo, En Comú Podem aguantó el tirón mejor de lo que preveían las encuestas y calcó los resultados de abril: siete escaños y cerca del 14% del voto. Con más del 90% del voto escrutado, las fuerzas contrarias a la sentencia del TS se impusieron claramente –con el 56,8% del voto– al bloque del 155, que sumó cerca del 39% del sufragio. También quedaron por delante las fuerzas netamente independentistas –42,6%–, algo que no ocurrió en los comicios de abril.

El PSC aguanta, Cs se estrella

En el bloque del 155, el PSC mantuvo la segunda plaza y sus 12 diputados, pero perdió cerca de tres puntos respecto a abril. Difícilmente hubiese mantenido los resultados si Ciudadanos no se hubiese dado el galáctico batacazo que se dio. Perdió tres diputados y fue la última fuerza con representación. Quizá no está de más recordar que, hace solo dos años, el 21 de diciembre de 2017, Ciudadanos ganó las elecciones al Parlament.

La caída de los de Albert Rivera benefició a PP y Vox, que ganaron, respectivamente, un diputado más que en abril. Magras ganancias para un trifachito que se volvió a quedar por debajo del 20%.