Ibai AZPARREN

...Y LA OLA LLEGA A EUSKAL HERRIA

LA «OPERACIÓN CARACOL» A LA QUE LLAMÓ TSUNAMI DEMOCRàTIC FUE SECUNDADA POR CENTENARES DE VEHÍCULOS QUE CIRCULARON A VELOCIDAD REDUCIDA PARA COLAPSAR LA MUGA ENTRE LAPURDI Y GIPUZKOA. LAS FUERZAS POLICIALES DESVIARON EL TRÁFICO A OTRAS VÍAS PARA EVITAR LA IMAGEN DEL BLOQUEO EN UNA ARTERIA EUROPEA.

Tsunami Democràtic trajo ayer «vientos calientes a un invierno frío» en Euskal Herria. Son palabras del compañero Ion Telleria en Hamaika Telebista que, junto a medios vascos, catalanes e incluso del Estado español, se hacía eco de cómo la ola reivindicativa catalana llegaba a la muga de Behobia.

En el peaje de Irun, se contabilizaron colas de hasta diez kilómetros, pero, minutos después, la imagen del peaje de Biriatu era la de una carretera vacía, sin ninguno de los miles de vehículos que cruzan a diario de un lado al otro del Bidasoa.

Para evitar la imagen de la muga colapsada, tanto la Ertzaintza como la Gendarmería desviaron el tráfico hacia otras carreteras. El resultado fue una imagen anormal de la muga deshabitada y bloqueos en los peajes situados a varios kilómetros de Behobia. Circular desde Donostia a Baiona era misión imposible.

Y es que la movilización coincidió con una numerosa afluencia de camiones, que se dirigían al Estado francés tras tres días festivos en los que no podían circular. La retención llegó incluso a la quincena de kilómetros en la autopista AP-8.

La Gendarmería cortó el acceso a la autopista A-63 desde el peaje de Urruña e identificó a varios de los conductores que participaban en la protesta. Pusieron especial celo en los vehículos procedentes de Hego Euskal Herria que se dirigían rumbo a Lapurdi.

Algunos de los participantes en la protesta contribuyeron al colapso de la autopista pagando con monedas de céntimos en los peajes, mientras que otros desplegaban mesas de camping con el fin de merendar en el núcleo de la paralización.

Preguntados por las razones por las que secundaban el llamamiento de Tsunami Democràtic en NAIZ Irratia, la mayoría de manifestantes coincidieron en la necesidad de «sincronizar los relojes con Catalunya». El primer paso de ese acompasamiento lo reflejó Tsunami a través de Twitter: «Ahora mismo no hay paso fronterizo por vías principales entre el Estado y la Europa del norte».