Se puede decir que la novela que Hector Malot publicó en 1878 es un clásico de la literatura universal, ya que incluso existen dos adaptaciones japonesas en anime, tituladas “Remi, el niño de nadie” (1977) y “Remy, la niña sin hogar” (1996). Las de imagen real corresponden al mercado francófono y todas se titulaban hasta la fecha “Sans famille”, como el libro. Está la de Marc Allégret de 1934, la de André Michel de 1958, la de Jean-Danielle Verhaeghe del 2001 y la serie de televisión de 1981 de Jacques Ertaud. La única versión en castellano es “Sin familia” (1958), toda una rareza obra del argentino Armando Bo.

Por suerte las nuevas generaciones cuentan con “Rémi sans famille” (2019), que es una maravilla en todos los sentidos comopelícula de aventuras, y cuyo plus respecto a las anteriores versiones reside en la caracterización de Daniel Auteuil como el músico y artista callejero Vitalis, que es quien recoge y enseña el oficio al huérfano Rémi, gracias a su buen oído para las melodías y las canciones. Pero estamos hablando de una obra decimonónica y folletinesca, muy del estilo de Dickens, que recoge las miserias de la niñez en aquella época. Y el héroe de la función viajará hasta Inglaterra en la busca de su madre biológica, pasando por un sinfín de anécdotas.