Se supone que la imparable rueda competitiva hace que pararse en una victoria o en una derrota es perder el tiempo, y que tras la victoria de Kirolbet Baskonia sobre el CSKA de Moscú hay que pasar página rápidamente y centrarse en el duelo que los gasteiztarras disputan esta noche a las 21.00 frente al Zenit de San Petersburgo. Habría que mencionar que el conjunto que dirige Joan Plaza es el colista con un balance de 2-7, y que llega después de haber desperdiciado hasta 11 puntos de ventaja en su visita a La Fonteta pàra caer por 94-90.

Pero hoy hay que parar. El 80-70 de la noche del miércoles supuso algo más que la cuarta victoria de la escuadra gasteiztarra en esta Euroliga, un triunfo que lo encarama a la décima posición, empatado aunque con mejor basket average que el Bayern de Múnich y a un triunfo de Panathinaikos –octavo– y Asvel Villeurbanne. «¿Qué hemos hecho para cambiar tanto en dos días? Hemos ido todos a la iglesia a rezar», bromeaba Velimir Perasovic, visiblemente aliviado. «Hemos intentado recuperar al equipo mentalmente porque sabíamos que no somos tan malos», declaró, ya más serio.

Si después de los desastres frente al Maccabi y Fuenlabrada el preparador de Split asomó con tono y aspecto fúnebres, el triunfo ante el CSKA de Moscú no le dio andares de fiesta, pero sí pudo vérsele aliviado y «arropado» por el publico, como recordó, consciente del tremendo peso que se quitó él mismo y también la plantilla de encima.

«Ha sido una victoria muy importante tras dos duras derrotas. Jugar contra el campeón de la Euroliga siempre te da un plus cuando ganas. Hemos jugado muy serios y disciplinados, con una defensa mejor que en los últimos partidos y al final, con la suerte que también hace falta, hemos ganado», resumió.

Perasovic quiso destacar que «cuando no metes, a veces es difícil defender y en los anteriores partidos, cuando no metíamos, nos caíamos en defensa. Esta vez el equipo no metía en la segunda mitad, pero defendimos más concentrados, robamos muchos balones como hacía tiempo no lo hacíamos, y a partir de ahí supimos aprovechar estas ventajas que, en otras ocasiones, no existen ante equipos como el CSKA», culminó.

Aprendizaje y autocrítica

Uno de los jugadores que destacó sin que nadie se lo esperase fue Ilimane Diop. El gasteiztarra de Dakar no tiró a canasta sino desde la línea de tiros libres, pero fue esencial a la hora de fortalecer la defensa gasteiztarra y colocó un tapón clave a Hilliard con el resultado del partido todavía en el aire. El pívot destacaba a la web del Baskonia que «hemos aprendido de los errores cometidos en las derrotas ante Maccabi y Fuenlabrada».

«Creo que ante el CSKA lo que mejoró es el esfuerzo defensivo, el ayudarnos los unos a los otros. Ese esfuerzo y esa pasión que pusimos nos llevó a la victoria», destacó.

A propósito de la mención de Diop, soprendió la dura autocrítica de Perasovic cuando se le preguntó por su mayor uso de los recursos. «Evidentemente debemos alargar el equipo, porque jugar tantos partidos en tan poco tiempo es muy complicado. Tenemos que alargar el equipo al máximo y es mi error que, por miedo a perder, a veces te encoges; es un error que he cometido», confesó.

El Zenit de San Petersburgo no tiene nombre, pero es rocoso como él solo

Después de ganar al CSKA de Moscú, cualquier otro rival que ose por el Buesa Arena por fuerza debe parecer bastante más asequible. Más aún si, como el Zenit de San Petersburgo, llega con un balance de 2-7, colista de la Euroliga empatado con Fenerbahçe.

Pero la realidad escuadra rusa poco tiene que ver con las calamidades que están atravesando los de Obradovic. El propio Perasovic advirtió que «tiene un presupuesto que es el doble del Baskonia; en la Liga VTB –la Liga Báltica– ha derrotado al CSKA de Moscú y en esta Euroliga ha perdido varios partidos en los últimos segundos. Tanto es así que podría estar perfectamente con cinco victorias, aunque no tenga el nombre del CSKA».

Joan Plaza ha erigido un equipo lleno de exjugadores de la Liga ACB como los exbaskonistasIverson y Renfroe, Will Thomas, Abromaitis, Albicy o Ayón. Es un equipo rocoso al que no le sobra talento, pero que fuera de casa es peligroso, al punto de que ha ganado a Olympiacos en El Pireo y a Zalgiris en Kaunas.

De cara a este partido persiste la duda de Shavon Shields, aunque su hombro va cada vez mejor y pudiera tener una oportunidad de regresar a la cancha.A.G.