Amaia U. LASAGABASTER

El Eibar encuentra justo lo que estaba buscando

El punto apenas le aleja del descenso y sigue sin darle para cuadrar las cuentas de la permanencia pero el partido de San Mamés puede convertirse en el punto de inflexión que necesitaba el Eibar.

Cuando peor lo tenía el equipo azulgrana, deprimido por su pésima racha, repleto de bajas que forzaban un once inédito y casi impensable en uno de los campos más complicados de la categoría, en el que además se le acumularon las adversidades –Bigas se fue k.0. al hospital y Burgos, que debutaba, acabó con el pómulo roto–, fue precisamente cuando cumplió con las dos principales reclamaciones de su técnico, que no iban tanto por el lado del resultado, ni siquiera del juego, como de la actitud. Y así, al trabajo extenuante, que rara vez le falta al equipo, se le unieron noventaytantos minutos de concentración, y bien que fue necesaria en la recta final con un Athletic volcado y los armeros reventados, en los que prácticamente no se cometió un solo error y la suficiente confianza en las propias posibilidades como para no venirse abajo con los golpes y para buscar incluso la portería contraria. Sin demasiada claridad ni acierto, que tampoco está acompañando, pero con la convicción suficiente como para ver a media docena de jugadores azulgranas apretando junto al área rival cerca del noventa.

Bastó para acabar con la sangría, sumando el primer punto en cuatro semanas y dejando la puerta a cero por cuarta vez esta temporada –habían pasado dos meses y medio de la última–. Y para constatar que José Luis Mendilibar tiene más jugadores en los que confiar que los habituales.