Raimundo Fitero
DE REOJO

Un libro

Está a medias la sesión de investidura y ya se puede llegar a alguna conclusión: los del trifachito han tenido un cursillo acelerado para encontrar su payaso interior. Pablo Casado lleva dentro a varios: el que no estudió en Harvard, el que llama Santi al pistolero de Amurrio y el que pierde elecciones por un tubo. Pero a la vez encontramos en el discurso del representante de la banda corrupta su simbiosis con Vox, cosa que no es de extrañar porque la mayoría de sus dirigentes vienen del mismo pesebre, el del partido más corrupto de Europa en su focalización madrileña.

Pero como soy un adicto a estos actos mediáticos, me dedico en cuerpo y vino a seguir estas intervenciones. Y he encontrado un detalle que me ha devuelto a mis convicciones de finales del siglo pasado: un libro. Un diputado en las Cortes en un acto de esta trascendencia leyendo un libro. Para que lo retraten las cámaras, para que se vea bien. Y ese diputado es el falangista violento Ortega Smith. O sea, sabemos hasta el título del libro, pero da lo mismo. La imagen empalma con la de otro falangista con mucho poder Alfonso Guerra, que intentó hacerse una leyenda de intelectual, cuando era alguien leído, que le gustaba el teatro y que fue del falangismo juvenil al falangismo senil.

El cursillo que han seguido se muestra de manera muy evidente en Inés Arrimadas, que demuestra que tuvo un cursillo no con un payaso de verdad, sino de uno de los de nariz de pega y que anuncian detergentes. Lo de Casado es un sainete malo. Y lo de Vox, una mierda democrática que debería ponernos en alerta extrema. No hay libro que pueda recoger sin erratas todas las soflamas fascistas y golpistas. Ellos tienen total impunidad. Es escandaloso lo que se escucha, la estrategia de la tensión que tan reconocible es. Les dejo, que esto sigue. Mañana más. Ojalá no sea peor.