Durante este periodo de 40 días conocido como chunyun («transporte de primavera», en mandarín), considerada la mayor migración del planeta, millones de personas vuelven a sus hogares para celebrar el Año Nuevo chino, que este año cae el 25 de enero. En algunos casos, se trata del único momento del año en que las familias se reencuentran al completo, y de ahí la cantidad de desplazamientos internos e internacionales previstos para estos días: unos 3.000 millones de viajes hasta el 18 de febrero, según datos oficiales. «Para mí, pasar el Festival de la Primavera (nombre que reciben las vacaciones del Año Nuevo lunar) con mi familia es tan natural como comer o beber agua», afirma Guo Tianci, de 27 años, que volverá a casa durante siete días. En las estaciones de tren de Pekín ayer ya se comenzaba a notar la masificación de viajeros, listos para retornar a sus hogares y celebrar la entrada del año nuevo lunar que, como es tradición, dará la bienvenida a un nuevo animal del horóscopo chino, en este caso, la rata, dejando así atrás el año del cerdo.