Jon ORMAZABAL
Pelota

Artola-Imaz exhiben otra marcha en Mungia

Olaizola-Urrutikoetxea no pudieron seguirles en ningún momento y desandan lo avanzado en Zumaia.

OLAIZOLA-URRUTIKOETXEA 9

ARTOLA-IMAZ 22


Por mucho que digan que lo de la juventud no es más que un estado mental, hay veces en los que no queda otra que rendirse a la evidencia y Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea no pudieron seguir la marcha que impusieron unos mucho más frescos Artola-Imaz en Mungia. Los guipuzcoanos pusieron así fin a su racha de tres derrotas consecutivas, mientras que los campeones de 2016 desandaron todo lo avanzado la semana pasada en Zumaia y se vieron impotentes ante la pujanza rival.

Y es que, una genialidad de Aimar Olaizola, dejando muerta una pelota en el txoko (1-2), fue el único halo de esperanza de los colorados en un inicio de partido que marcó irremediablemente el choque. Para entonces, el lenguaje corporal de Urrutikoetxea ya había dado muestras de que no se encontraba cómodo en la cancha y Artola y un dominador Imaz no tuvieron piedad del de Zaratamo, al que castigaron sin compasión.

Con ello no solo lograron desactivar a un Aimar Olaizola con cada vez más problemas para ser importante en los partidos, sino que, con la pelota saliendo a una, o dos, velocidades más rápida de sus manos que de las de sus rivales, Artola, que impuso el ritmo del choque, y un Imaz que dominó como pocas veces había conseguido hacerlo en este campeonato, pegaron un importante estirón (1-9).

Cambio de pelota

Con una pelota que calificó como «sosa», Urrutikoetxea no era capaz de no entregar pelota a un Artola inspirado, por lo que solo en un pequeño paréntesis en el que introdujeron un cuero de más salida encadenaron cuatro tantos seguidos (5-9) los veteranos de Baiko, eso sí, más por errores rivales que por méritos propios.

De todos modos, con un Aimar Olaizola que solo logró dos tantos de aire en todo el partido y un Urrutikoetxea que no parecía en disposición de presentar oposición a una pareja de rivales muy sólida, la reacción roja se quedó en un quiero y no puedo. Tras los brotes verdes de Zumaia, la apuesta de Baiko para romper la hegemonía de Aspe parece naufragar y son Artola-Imaz y Laso-Albisu sus bazas.