Maddi
TXINTXURRETA

EL RATÓN DE ORO TRAE CONSIGO EL AñO DE LA ABUNDANCIA

China dio la bienvenida ayer al nuevo año, determinado en este y otros países asiáticos por el calendario lunisolar. Será el año 4617, el del ratón de oro, que simboliza protección y abundancia material en la tradición china. La fiesta se alargará durante otros 15 días.

El nuevo año chino, determinado por el calendario lunisolar, comenzó ayer después de los fuegos y luces de la víspera, un día de festejos en familia equivalente a la Nochevieja occidental y la festividad más importante en ese país, condicionada este año por la crisis del coronavirus.

El recién inaugurado año 4717 del calendario chino será el año del ratón de oro, precedido por el oso de tierra. Adela Lu se reunió en Donostia con GARA a principios de semana para informar sobre el peso que tiene esta celebración en la tradición china.

Lu (1981) nació en el noreste de China y vino a vivir a Euskal Herria en 2004. Desde entonces, ha hecho de su «gran pasión», la de «transmitir la cultura china», su profesión. Fundó el Centro Chino de Donostia en 2008 donde, entre otras cosas, ofrecen clases de chino, y es directora del Instituto Chino de Gipuzkoa desde hace dos años.

Nos cuenta que la celebración de año nuevo se alarga desde los quince días anteriores hasta los quince posteriores a la fecha concreta. Durante este periodo, explica Lu, se produce la mayor migración humana del planeta, con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias, y los días más importantes de los treinta que dura la celebración son la víspera de año nuevo y el cierre de la fiesta, el día quince de cada año.

«Quince días antes, la gente suele hacer compras y limpieza de la casa en profundidad. Antes, la gente no tenía suficientes recursos para toda la familia, entonces, ese era el único momento en el que compraban ropa para toda la familia o comida especial», cuenta Lu a este diario.

Elementos de cielo y tierra

La de año nuevo es una celebración repleta de símbolos y significados en China. Este año será el del ratón de oro que, «aunque a la mayoría de gente del País Vasco el ratón no les hace mucha gracia», en China es un animal protector y «traedor de prosperidad material», y simboliza, además, la fertilidad. «En las casas antiguas de los nobles, el ratón se veía por todos lados, a veces en forma de estatua, llevando un racimo de uvas. Simboliza la fertilidad porque los ratones se reproducen mucho, de ahí el racimo de uvas, y también simboliza la propiedad material porque, si nos fijamos, los ratones siempre intentan llevar comida a su sitio», agrega Adela Lu, quien apunta, además, que los nacidos en el año del ratón «son muy listos».

El calendario chino se divide en dos partes: la tierra, con doce animales como elementos –como el ratón o el cerdo– y el cielo, con diez elementos –como el oro, la madera, el agua, la tierra o el fuego–. La combinación de los elementos celestes y terrestres determina, según la cultura china, las principales características de cada año.

Por eso, el año 4717, el del ratón de oro, será el año de la fertilidad, de la fortuna, de los buenos negocios y de la abundancia material.

Comida, regalos y familia

Tal como sucede en Occidente, la bienvenida al nuevo año en China se le da en familia, con petardos y fuegos artificiales y alrededor de comida. La cena comienza a las once de la noche, porque es cuando «la primera hora china empieza».

En la mesa, «cada comida simboliza una cosa», dice Lu. Por ejemplo, el pollo simboliza «agarrar la fortuna», el pescado las «sobras» o los ahorros y los tallarines «felicidad duradera». Adela Lu cuenta que en el norte del país los raviolis «son una comida obligatoria», y meten una moneda dentro de uno de los raviolis. «La persona a la que le toque será la que más fortuna tenga ese año de la familia», explica al respecto.

«Es verdad, casi todo tiene que ver con la fortuna –comenta riendo–, pero es que antes la gente no tenía recursos suficientes».

Otra de las antiguas tradiciones chinas que aún hoy se conservan es el del sobre rojo. Ya que a China «no llega el Olentzero», como recuerda, las familias preparan un sobre rojo con dinero para los niños y niñas. «Esta tradición viene de una leyenda curiosa: se supone que había un pequeño diablo que todos los años salía en Nochevieja. Entonces, solía tocar la cabeza de los niños, y dejaba a los niños retrasados», aclara.

Por eso, las familias tenían dos opciones: quedarse despiertos durante toda la noche para cuidar del niño o la niña, o unir ocho monedas con un hilo rojo para asustar al diablo.

Después de días de familia y comidas, las luces son las encargadas de cerrar el mes festivo el día quince del nuevo año. En el norte del país, con esculturas de hielo y luces, y en el sur, con el festival de los faroles.