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La candidatura de Áñez provoca una crisis del Gobierno golpista

La candidatura a las elecciones de mayo de la autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, ha provocado una crisis en el Gobierno golpista, cuyos ministros empezaron a dimitir tras la petición expresa realizada por la jefa del Estado, cada vez más cuestionada entre sus propias filas, para poder configurar su candidatura. El candidato presidencial del MAS, Luis Arce, regresará hoy a Bolivia aunque no ve garantías de un proceso electoral libre.

Los ministros del Gobierno de Bolivia empezaron a dimitir ayer, en respuesta a la petición que la mandataria interina, la golpista Jeanine Áñez, hizo el domingo para poder configurar su candidatura a las elecciones presidenciales del 3 de mayo. Su candidatura ha desembocado en una grave crisis de Gobierno en Bolivia, donde Áñez está cada vez más cuestionada incluso en sus propias filas.

Áñez pidió a sus ministros que renuncien para encarar la «transición» hacia los comicios de mayo, poco después de que dimitiera su ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, con duras críticas a la candidatura electoral de la mandataria, anunciada cuando terminaba el plazo para inscribir alianzas electorales.

El viernes anunció que se presentará a las elecciones del 3 de mayo como candidata de su partido, Demócratas, en una agrupación con Soberanía y Libertad, la formación del alcalde de La Paz, Luis Revilla.

Desde ese momento su decisión fue seriamente cuestionada, puesto que desde el 12 de noviembre, cuando se hizo con el poder tras obligar a Evo Morales a abandonarlo, aseguró en más de una ocasión que solo dirigiría un «Gobierno de transición» hasta la celebración de comicios presidenciales.

Incluso algunos dudan de que sea legal, al advertir de que si bien un presidente «electo» puede ser candidato a la reelección, ella no llegó al poder a través las urnas, sino al activar el mecanismo sucesorio tras la salida forzada de Morales.

La «legalidad y legitimidad» de Áñez «se trunca» cuando «abandona la neutralidad y deslegitima el único motivo por el que ocupa el cargo», criticó el expresidente Carlos Mesa, derrotado por Morales y quien también presentó su candidatura, por la alianza Comunidad Ciudadana. «No hace otra cosa que avalar las afirmaciones del expresidente huido (...), de que en Bolivia sí hubo un golpe de Estado», advirtió.

Bolivia comenzó el año con el anuncio de la fecha de las elecciones en un ambiente político sin sobresaltos relevantes, pero el panorama se fue agitando la semana pasada a medida que se conocían las alianzas electorales y sus posibles candidatos, que hasta el 3 de febrero no lo serán formalmente ante el órgano electora. Y terminó estallando con el anuncio de Áñez, que primero desató las críticas de sus adversarios y luego en el seno de su Ejecutivo.

Regreso de Arce

Por su parte, el candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, el exministro Luis Arce Catacora, anunció que hoy regresará a Bolivia para ponerse al frente de la campaña para los comicios del 3 de mayo, pese a que «no hay garantías» de un proceso electoral libre. Advirtió de que la candidatura de Áñez «genera enormes dudas sobre la transparencia del proceso electoral» y solicitó la colaboración de la comunidad internacional.

La fórmula presidencial del MAS-IPSP fue elegida el 19 de enero en una reunión del partido en Buenos Aires. Arce estará acompañado por el excanciller David Choquehuanca.

Morales destacó ayer que el binomio permitirá continuar «la revolución democrática y cultural».