Dabid LAZKANOITURBURU
PRIMARIAS EN NEW HAMPSHIRE

Sanders vence, pero lo hace acechado por aspirantes centristas

El senador socialista por Vermont, Bernie Sanders venció en las primarias de New Hampshire, lo que refuerza sus expectativas a nivel federal y le consolida como el único referente de la izquierda demócrata. No obstante, los aspirantes centristas Pete Buttigieg, y la sorpresa del martes, la senadora Amy Klobuchar, le pisan los talones.

El socialista y senador por Vermont, Bernie Sanders, cumplió los pronósticos y venció en las primarias del Estado vecino de New Hampshire, con lo que se se perfila como un aspirante serio a la candidatura demócrata a la Casa Blanca y se consolida ya como el único candidato del ala izquierda del Partido Demócrata, ante una Elizabeth Warren desinflada y que no ha logrado despuntar en este arranque de las elecciones internas, tampoco en los caucus de Iowa.

No obstante, y tal y como le ocurrió en Iowa, los resultados de Sanders quedaron por debajo de lo anunciado en las encuestas y muy lejos del 60% de votos que cosechó en las primarias en New Hampshire en 2016 frente a la entonces candidata del establishment, Hillary Clinton.

El senador, que defiende la cobertura sanitaria y la enseñanza gratuita universales y otras propuestas de corte abiertamente socialdemócrata, además de mantener una posición abiertamente antibelicista, logró en torno a un 26% de apoyos, un pírrico punto por encima del 25% de Pete Buttigieg, exalcalde de una pequeña ciudad del Estado de Indiana y totalmente desconocido hace un año.

Buttigieg, conocido como el «alcalde Pete» por lo farragoso de su apellido, de origen maltés, dio la sorpresa en Iowa ganando en número de delegados a Sanders y quedando a unos escasos miles de votos de su de momento principal rival.

El empate técnico de los caucus se ha repetido prácticamente en New Hampshire y si Sanders ha vuelto a ganar en el total de votos, ambos han logrado el mismo número de delegados.

«Es el comienzo del fin para Donald Trump«, reivindicó Sanders ante miles de seguidores que celebraban su victoria.

El veterano político socialista (78 años) insistió en que pase lo que pase al término de las primarias, «con absoluta certeza» todos los demócratas van a estar «unidos para derrotar al presidente más peligroso en la historia moderna de este país».

Un mensaje de esperanza y unidad con el que el referente de la izquierda demócrata trata de contrarrestar su condición de adversario a batir por los que, en el seno del partido, empezando por el establishment, aducen que su posicionamiento claro a la izquierda sería un hándicap para vencer a Trump.

El voto del centro

Tras reconocer haber sido superado por Sanders, Buttigieg reivindicó sus buenos resultados en New Hampshire y se postuló a su vez como el «mejor rival» para vencer a un presidente Trump que supo seducir, en 2016, a electores tradicionalmente demócratas en las regiones rurales e industriales del Midwest (Medio Oeste).

«Muchos de vosotros habéis decidido que un alcalde de clase media y veterano militar que viene del Midwest es la mejor elección», insistió el primer aspirante homosexual con posibilidades de disputar la Casa Blanca. A su lado, en el estrado, su esposo Chasten Buttigieg.

Irrupción de Amy Klobuchar

Sin embargo, sus buenos resultados se vieron sin duda rebajados por la irrupción de otra aspirante centrista, la senadora por Minnesota Amy Klobuchar quien, con cerca de un 20% de apoyos se convirtió en la sorpresa de New Hampshire y logró meterse en la cuña que protagonizan Sanders y Buttigieg.

Y es que, aunque el voto de centro en un Estado marcado por la inscripción de votantes independientes superó el 60%, muy por encima del voto progresista y de izquierda, la profusión de candidaturas que responden a ese perfil es a la vez su fuerza y su debilidad.

Y es que a Buttigieg y a Klobuchar hay que sumar asimismo la del multimillonario y exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien ha entrado en liza pero espera con sus reservas de dinero inagotables al supermartes del 3 de marzo, cuando votan una quincena de Estados.

Y sin olvidar tampoco al exvicepresidente de EEUU, Joe Biden, quien volvió a sufrir un anunciado varapalo en el Estado del noreste con un quinto puesto y un mísero 8% de apoyos pero que espera a las primarias de Nevada (22 de octubre) y sobre todo a las de Carolina del Sur (29) para lanzar su candidatura con el apoyo del voto de las minorías latina y sobre todo negra, puntales del que fue su tándem y presidente, Barack Obama.

Pero si Biden está ante su (pen)última oportunidad para seguir con opciones, Kobuchar, señalada junto a Warren como las mejores candidatas por el más simbólico que influyente “The New York Times”, vio el martes cómo se le abre una ventana de oportunidad.

Exfiscal y reputada abogada, esta senadora por Minnesota desde 2006 (tres mandatos) reivindica su larga experiencia, en contraposición a Buttigieg, pero coincide con él al recordar que viene del mismo Medio Oeste y que es nieta de mineros, los mismos cuyos descendientes dieron el triunfo a Trump hace cuatro años.

Pese a esas apelaciones a orígenes geográficos recurrentes, y más allá de los mensajes reiterados de los demócratas de centro, Bernie Sanders sería, con su propuesta de una «revolución política» para lograr una sociedad más justa, un buen candidato para esos miles de votantes de los Estados desindustrializados del Cinturón del Óxido (Rust Belt) que, hastiados por el cosmopolitismo seudoelitista del Partido Demócrata, votaron a Trump provocando un terremoto que llevó al magnate a la Casa Blanca.

El verdadero reto para la candidatura de Sanders, que parecería ser su edad pero queda diluido por el entusiasmo que suscita entre la juventud universitaria, pasa porque supere esa imagen de político «cascarrabias» y, sobre todo, que atraiga a las minorías, negra y latina, refractarias a su discurso en las primarias de 2016.

Porque, a tenor de los resultados de las dos primeras citas en estas dos semanas, y pese a que sean más simbólicas que decisivas por el escaso número de delegados que aportan, la progresista y senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, está más fuera que dentro, pese a que lo fie todo a las primarias que quedan por venir.

El empresario Yang y el senador Bennet abandonan

Los aspirantes Andrew Yang y Michael Bennet anunciaron que abandonan la carrera hacia la Casa Blanca con los primeros datos del recuento.

Yang, empresario de 45 años que proponía un sueldo mensual universal de 1.000 dólares para todos los estadounidenses, logró un 1% en los caucus de Iowa pese a contar con unos seguidores entusiastas. Único candidato de origen asiático (sus progenitores son taiwaneses), su fortuna y los 16 millones de dólares recaudados le permitieron pujar en New Hampshire, donde los resultados parciales otorgaban un magro 2,9%.

Bennet, senador por Colorado, enfocó su campaña en New Hampshire, pero los resultados iniciales le otorgaban un 0,2%. En Iowa no logró ni un voto.

El aspirante Deval Patrick, una figura cercana al expresidente Barack Obama y el único precandidato afroamericano, también confirmó su retirada.GARA