De los diecisiete vertederos existentes en la CAV únicamente cuatro son públicos. La catástrofe ocurrida en Zaldibar tiene que ver en gran parte, a tenor de las propias explicaciones del Gobierno de Lakua, con la titularidad privada de la instalación, que hizo que, por ejemplo, no hubiera una responsabilidad pública directa en garantizar la estabilidad de la ladera.

Un día después de la comparecencia de Iñigo Urkullu y sus consejeros en el Parlamento insistiendo en que la responsabilidad es de la empresa, y tras difundir GARA en su edición de ayer que una orden de Josu Jon Imaz del año 2000 relajó la «tutela» pública sobre industrias de riesgo para la salud, dos de los consejeros que gestionan esta crisis valoraron la conveniencia de reforzar la gestión pública de esta actividad.

En un programa especial de la Cadena Ser sobre la catástrofe, Iñaki Arriola, titular de Medio Ambiente, incidió en que «la seguridad y la estabilidad del vertedero es responsabilidad exclusiva de la empresa», pero matizando que «habrá que reflexionar» sobre la conveniencia de que los vertederos pasen a ser gestionados por administraciones públicas.

Erkoreka, portavoz del Ejecutivo, fue preguntado en la misma emisora sobre esa cuestión, y se mostró cauto, pero sin descartarla. «Es muy prematuro lanzar las bases de un planteamiento futuro. El modelo mixto público-privado es un modelo europeo y está pensado para que las administraciones públicas ejerzan el control. No tiene por qué ser un factor negativo que la administración sea privada, si todo funciona bien».

Entre las garantías, citó que las ingenierías que acreditan la estabilidad de estas instalaciones «están habilitadas y capacitadas, con sus oportunas certificaciones». En concreto, Verter Recycling aportó un estudio de la ingeniería Geyser, si bien Arriola matizó en el Parlamento que no avalaba estrictamente la seguridad sino que «no tenía conclusiones».

Al final de su comparecencia en la Cámara el martes, el lehendakari Iñigo Urkullu admitió que, en parte, estos controles públicos no han funcionado y abrió la puerta a reevaluarlos. De hecho, Arriola dijo que Verter Recycling les garantizó la estabilidad de la ladera el 21 de enero (con el citado informe de la ingeniería), y lo trágicamente cierto es que apenas 16 días después se derrumbó sepultando a dos trabajadores de los cuales sigue sin haber ni rastro.

Como dato añadido de las carencias del actual sistema y la inquietud que provoca, Erkoreka reveló en la citada emisora que habitualmente estas instalaciones presentan sus informes anuales de seguridad en el mes de marzo, pero tras lo ocurrido en Zaldibar se les ha instado a «acelerarlos».

Al insistirle en si no es conveniente una gestión pública, Erkoreka concluyó diciendo que «si tiene que hacerse, se hará, pero hablar de ello ahora es muy precipitado».

«Déficit claro»

En esta situación de crisis, el Ejecutivo celebró ayer una reunión en Gasteiz con representantes de vertederos de gestión pública y privada de la CAV y de las empresas que depositaban residuos en Zaldibar.

Al término del encuentro, la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, explicó a los medios de comunicación que se ha contactado con otras comunidades autónomas, que no quiso mencionar, para analizar la posibilidad de trasladar a las mismas los residuos no peligrosos que hasta ahora las empresas depositaban en Zaldibar, dado el «déficit claro» de capacidad en los vertederos de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa para acoger tal cantidad de desechos.

La viceconsejera afirmó que la disposición de los responsables de vertederos está siendo «positiva» y «en clave de solución». En ese sentido, precisó que espera que «en los próximo días» se pueda tener «bien enfocado» el destino de los residuos y que las empresas «puedan seguir produciendo, pero también cambien su visión de vertedero y piensen en la valorización de sus residuos y se hagan responsables de la solución».

Reconoció que es una situación «muy complicada» y «de mucho nerviosismo y mucha presión, no solo por parte de los vertederos, sino también por parte de los ayuntamientos donde se ubican estos vertederos». «También estamos recibiendo mucha presión por parte de otros ayuntamientos que no tienen vertederos, que no tienen una problemática de emisiones o de contaminaciones. Creemos que es una presión añadida que no es de recibo en estos momentos», reprochó.

Una celda para 100.000 toneladas reunirá los residuos de Zaldibar como muy peligrosos

El Gobierno de Lakua construirá una celda temporal junto al mismo vertedero con capacidad para 100.000 toneladas, donde almacenará los residuos del vertedero y de la excavación en busca de los dos trabajadores desaparecidos, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, labor esta última que se realiza con ayuda de perros y de dos palas excavadoras.

Todos los restos trasladados al depósito, ubicado cerca de la zona de derrumbe, recibirán la consideración máxima para residuos peligrosos de manera preventiva por la imposibilidad de separar los materiales con amianto del resto.

La viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, dio a conocer la construcción de este depósito tras la reunión mantenida ayer por la mesa técnica de seguimiento y coordinación.

Moreno insistió en que se va a aplicar la máxima calificación en materia preventiva marcada por la legislación para residuos de forma «conservadora y por seguridad» ya que, según apuntó, el porcentaje de todo el volumen de residuos que puede contener amianto es del 0,16% del total almacenado en el vertedero. Lo cifró en unas 14.000 toneladas. Indicó asimismo que ya se trabaja en las alternativas y en buscar posibles emplazamientos futuros para los residuos.

Con respecto al rescate de los cuerpos de Sololuze y Beltrán, el director de Atención de Emergencias, Pedro Anitua, explicó que la búsqueda se ha centrado en el entorno de la báscula, en cuya cabina se cree que se encontraba Alberto Sololuze, mientras que Joaquín Beltrán podría encontrarse en dirección a esa zona para avisar a su compañero.GARA