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LONDRES

Londres revela su plan para excluir a la inmigración «no cualificada»

Los trabajadores europeos que quieran ser contratados en Gran Bretaña necesitarán demostrar capacidades específicas, conocimiento de inglés y un empleo con un salario mínimo de 30.820 euros anuales, según las normas que impondrá Londres desde 2021 y que preocupan en los sectores que emplean a extranjeros con sueldos bajos.

El nuevo sistema de inmigración por puntos que presentó ayer el Gobierno británico para la era post-Brexit dará prioridad a las que considera mentes «brillantes», en detrimento de los «trabajadores poco cualificados». Para obtener una visa de trabajo, Londres demandará capacidades específicas, hablar inglés y contar de antemano con una propuesta de empleo de un salario mínimo anual de 25.600 libras (30.820 euros).

Este mínimo se ha rebajado de las 30.000 libras (36.000 euros) que se pedía para los extranjeros no comunitarios.También el nivel de estudios requerido se ha reducido de una licenciatura al equivalente al Bachillerato, para permitir «una mayor flexibilidad».

«Respondemos a las prioridades de los ciudadanos al introducir un nuevo sistema por puntos que hará bajar el número de inmigrantes», aseguró la ministra del Interior, Priti Patel, quien celebró «un momento histórico que pone fin a la libre circulación».

El sistema atribuirá puntos según las aptitudes, los diplomas y los niveles de salarios y tratará a los ciudadanos comunitarios europeos igual que a los no europeos.

El Gobierno británico lo justificó con el objetivo de «dar prioridad a los mejores talentos», como los «científicos, ingenieros y universitarios».

«Nuestra economía ya no dependerá de la mano de obra barata proveniente de Europa, sino que se concentrará más en la inversión en tecnología y automatización», defendió Patel, quien pidió a los empleadores adaptarse a las nuevas medidas. «Es el momento de que las empresas comiencen a invertir en la gente de este país», afirmó en una entrevista en Sky News.

El Ministerio estimó que se ajusta al «mensaje claro» enviado por el pueblo británico en el referéndum de 2016 sobre el Brexit y las elecciones legislativas de diciembre. El control de la inmigración había sido uno de los asuntos centrales de las campañas de estas dos consultas. Estas nuevas normas sobre inmigración deberán entrar en vigor el 1 de enero de 2021, al término del periodo de transición que comenzó tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea el pasado 31 de enero. El Ministerio del Interior considera que el 70% de la mano de obra europea que actualmente se encuentra en Gran Bretaña se corresponde con lo que Londres considera «poco cualificada», y no cumpliría las nuevas exigencias.

Sin embargo, los aproximadamente 3,2 millones de ciudadanos de la UE que han solicitado residir en Reino Unido antes del Brexit no se verán afectados.

Las visas de estudiantes también seguirán un sistema de puntos, para los «talentos del mundo entero», con la condición de haber recibido una propuesta de un establecimiento británico, hablar inglés y poder mantenerse.

Los ciudadanos de la UE y de otros países que tengan acuerdos bilaterales con Gran Bretaña no necesitarán visas para estancias de menos de seis meses

 

Temor en la sanidad y la industria alimentaria

Sectores como la salud o la industria alimentaria y otros que dependen de trabajadores extranjeros poco cualificados o mal pagados mostraron su preocupación por los problemas que pueden ocasionar las nuevas normas de inmigración.

Christina McAnea, secretaria general de Unison, el principal sindicato del sector público, señaló que «causarán un desastre absoluto en el sector de la salud», puesto que no se dispondrá de personal suficiente en el país. Igualmente, la consejera delegada del Real Colegio de Enfermería advirtió de que «no se cumplirán las necesidades asistenciales y sanitarias de la población».

También la presidenta del Sindicato Nacional de Agricultores, Minette Batters, aseguró que la «automatización aún no es una opción viable» para sustituir a estos trabajadores menos cualificados «por lo que generará graves consecuencias para el sector». También criticó las trabas que la presidenta del Sindicato Nacional de Estudiantes, Zamzam Ibrahim.GARA