Manex ALTUNA
VUELTA DE LAS SEMIFINALES DE COPA

Yuri resucita a un Athletic que se mete en la final vasca de Sevilla

Habrá final de Copa vasca en Sevilla. Cuando parecía que el Athletic estaba hundido, ante un Granada crecido que tenía la clasificación en su mano con el 2-0, Yuri se colaba por el costado izquierdo para hacer el gol decisivo. Otra vez la agonía, el sufrimiento, pero como siempre reivindican los rojiblancos, un equipo que nunca se rinde.

GRANADA 2

ATHLETIC 1

 

Felicidad máxima tras el pitido final en Granada. El Athletic jugará la final vasca de Sevilla. Con el susto y el sufrimiento en el cuerpo parece increíble el penúltimo capítulo escrito por la «cuadrilla» en la Copa. Mal partido de los rojiblancos que se limitaron a aguantar en la primera mitad y no acertaron ante el portero, como es habitual. Tras el descanso el Athletic se desplomaba y no se atisbaba ninguna esperanza. Entraba Aduriz para obrar el milagro, pero fue una flecha la que se coló por el costado izquierdo de la defensa del Granada. En la única acción de peligro de todo el segundo tiempo, Yuri anotaba el gol decisivo que vale una final.

Todavía falta un peldaño, pero cualquiera se fía de un equipo que sobrevive con el agua al cuello y nunca se rinde. Ese es el mérito principal del equipo de Garitano. Creer, corazón y fe, aunque esté todo perdido. Cuando pasen los días nadie se acordara de la imagen. Por fortaleza mental, capacidad de sufrimiento y la determinación de Yuri, el Athletic estará en Sevilla.

Guión previsible

Ambientazo en Los Cármenes y durante toda la jornada en Granada con cerca de un millar de rojiblancos en la grada. Al conocerse las alineaciones se pudo comprobar que los dos equipos priorizaban la contención a la espera de encontrar un gol que obligará a modificar el planteamiento del rival. Pese a preparar el partido a puerta cerrada, Garitano y Diego Martínez presentaron las alineaciones esperadas con defensa de cinco y una única novedad en ambos casos obligadas por las sanciones. San José ocupó el puesto de Dani García en la medular. No jugaba de titular desde el derbi de Anoeta, pero Garitano prefirió apostar por la experiencia y veteranía del navarro. Foulquier entraba por Soldado en un Granada que, al contrario que en la ida, salió de inicio con tres centrales como hizo en la segunda mitad en San Mamés calcando el esquema rojibanco.

El partido arrancaba con una dura patada de Yangel Herrera a Muniain. El árbitro debió amonestar al venezolano. Mucho respeto y sin nadie dispuesto a arriesgar jugando desde atrás. Raúl García con un tiro lejano intentaba sorprender a Rui Silva y Machís ponía a prueba a Unai Simón con un tiro sin peligro y, después, el otro venezolano, Yangel Herrera, con un lanzamiento muy desviado. El Granada tomaba la iniciativa ante un Athletic temeroso con la pelota. Los rojiblancos se pasaron el primer tiempo divididos en dos bloques. Por un lado, siete jugadores dedicados prácticamente a labores defensivas que apenas cruzaron el medio campo. Capa y Yuri se incorporaron poco al ataque. Para el apartado ofensivo, Muniain con Williams y el apoyo de Raúl García tratando de hacer daño.

Del Cerro Grande fue muy permisivo con las faltas locales. El primer amonestado era Yeray en el minuto 40, mientras un manotazo de Yangel Herrera tras una falta de Muniain volvía a quedar sin sanción pese a la advertencia del árbitro. Tampoco amonestó a Machís por un piscinazo.

Entre las imprecisiones y juego trabado por las interrupciones, Williams rompió las líneas con una galopada y su centro estuvo a punto de acabar en gol tras despejar hacia la portería un defensor del Granada. Los reflejos de Rui Silva evitaron el tanto. El susto dejó tocados a los locales durante varios minutos en los que San José y Raúl García dispusieron de dos remates en el interior del área que no supieron enviar a dentro. Era el momento de hacer sangre.

El Granada replicaba con un flojo disparo de Carlos Fernández y Unai Simón se metía en un lío con el pie. Volvieron los miedos y el paso atrás fue aprovechado por el Granada hasta el final de un primer tiempo que acababa con Williams sacando un córner bajo palos. Un aviso claro del riesgo de limitarse a defender el resultado.

Eliminatoria empatada

De manera incomprensible, la advertencia no hizo ponerse las pilas a los jugadores del Athletic. La salida de los vestuarios fue nefasta. Un tremendo error por falta de intensidad y concentración pilló de imprevisto a toda la zaga rojiblanca. El delantero Carlos Fernández remataba con comodidad un centro de Machís ante la pasividad de los defensores. Eliminatoria empatada y comenzaba otro partido. El Athletic ya sí que estaba obligado a marcar y el Granada se crecía. Germán pudo hacer el segundo en un córner.

Garitano movía la pizarra metiendo a Córdoba por Capa y pasando a una defensa de cuatro. Yeray se recolocaba de lateral con Williams por delante y el costado izquierdo para Yuri y Córdoba. El cambio no surgió efecto y las miserias del Athletic en ataque salieron a relucir. Ni una ocasión de gol en la segunda mitad y el equipo se vino abajo. Tras varios avisos Germán no perdonaba en un córner y metía al Granada en la final a falta de un cuarto de hora.

Aduriz entraba en el tramo final buscando la heroica. Pero fue Yuri el que se metió hasta dentro por el costado izquierdo para hacer el gol que daba el pase directo a Sevilla. Increíble. La única jugada de peligro en toda la segunda mitad. Al Athletic de Garitano nunca hay que darle por muerto, siempre sobrevive. Tiene más vidas que un gato. Es un león que ruge por la Copa. Agonía final para acabar festejando por todo lo alto el pase a la final de Sevilla.