Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Las estrellas se alinean para mantener al Baskonia vivo

Los gasteiztarras remontaron 16 puntos de desventaja con un gran Shengelia.

KIROLBET BASKONIA 73

ALBA BERLÍN 72


Si el 73-72 final encestado en forma de triple por parte de Matt Janning tuvo mucho de milagro, el taponazo de Tornike Shengelia sobre Luke Sikma para ganar al Alba Berlín, es que los astros se alinearon. Vaya uno a saber si el Universo conspira a favor de uno si ansía algo con fervor –¿es eso lo que dice Coelho?–, pero desde luego que anoche el Universo, la Divina Providencia, la voluntad inquebrantable del ser humano o uno que pasaba por ahí... alguien o algo conspiró para que Kirolbet Baskonia lograra su duodécimo triunfo en esta Euroliga, metiéndolo de lleno en la pelea por el Top 8, un top 8 que sigue a un triunfo.

Zoran Dragic, por un esguince de tobillo, y Shavon Shields, por problemas en su muslo derecho, fueron bajas de última hora y pese a los minutos dignos de Miguel González, se notaron esas ausencias en un partido que el Alba Berlín dominó a partir del segundo cuarto y que, durante el tercer asalto, dominó por 16 puntos. Ya para entonces Kirolbet Baskonia dependía en exceso de un Shengelia que, aparte del tapón de la victoria, sumó 24 puntos. Solo Christon y Diop superaron la decena, con Janning llegando a los 10 tantos con su triple salvador, y durante demasiado tiempo el cuadro gasteiztarra fue un alma en pena en un Zurbano helado.

Creer es poder

Cuando Matisseck anotó un triple a tabla para establecer el 43-59, nadie pudo pensar en lo que iba a pasar. Pero los gasteiztarras, con una voluntad de remontada de Diop, logró un 5-0 de parcial para meterse en el cuarto final con 48-59 y algún rastro de vida.

Subidos a esa ola, y con una defensa que al fin estuvo a la altura, la remontada gasteiztarra llegó hasta el empate a 59. El problema es que jamás, hasta el 73-72 final, se puso por delante el conjunto gasteiztarra. Giffey y Eriksson encontraban de una u otra manera la forma de mantener a los de Aíto García Reneses por delante, al punto de que, con 70.72 y un tiro errado por un fallón Pierria Henry, el Alba Berlín tuvo una posesión para matar el partido.

Pero no lo hizo, y en la vuelta, a solo 3,2 segundos, Janning consumó el 50% de la milagrosa voltereta con un triple que puso en pie a los 8.725 espectadores del Buesa Arena. Quedaba la última. Balón a la olla para Sikma que, bajo canasta, agarró el balón y tuvo el tiro ganador más que diáfano. Sin embargo, Tornike Shengelia certificó su heroico partidazo con un tapón que consumó esa alineación de astros, ese triunfo de la fe, que mantiene al Baskonia vivo.