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DONOSTIA

Muere Max von Sydow, actor versátil y prolífico ligado a Ingmar Bergman

Con más de 150 películas a sus espaldas, la carrera de Max von Sydow estaba muy ligada a Ingmar Bergman, sobre todo en sus inicios. Precisamente, sus trabajos con su compatriota le permitieron dar el salto a Hollywood, cuya Academia lo nominó en dos ocasiones, aunque nunca le concedió la estatuilla. Ha muerto a los 90 años de edad.

Max von Sydow, el actor sueco nominado al Óscar en dos ocasiones, en 1989 por “Pelle el conquistador” y en 2012 por “Tan fuerte, tan cerca”, ha muerto a los 90 años. También participó en películas como “El séptimo sello”, “El manantial de la doncella”, “El exorcista” o “Hannah y sus hermanas”. Más recientemente el actor también formó parte del reparto de una de las últimas entregas de la saga “Star Wars” y participó en varios capítulos de la popular serie “Juego de tronos”.

Fue su esposa, la documentalista Catherine von Sydow, la que confirmó ayer, «con gran tristeza», la muerte del actor al semanario “Paris Match”.

Nacido el 10 de abril de 1929 en Lund (Suecia) en el seno de una familia de raíces aristócratas e hijo de docentes, Max Carl Adolf von Sydow comenzó a dar sus primeros pasos en la interpretación en el teatro amateur de su colegio. Tras acabar sus estudios trabajó con varias compañías de teatro municipales, hasta que Bergman lo reclamó para la de Malmoe: fue el inicio de una colaboración que se extendió cuatro décadas y que incluyó papeles teatrales en el Dramaten y una docena de películas.

«Le debo tanto: fue una experiencia extraordinaria y única trabajar con él, porque fue una gran inspiración a muchos niveles», dijo sobre Bergman cuando Von Sydow acudió en 2012 a la Berlinale, que siempre ha mostrado su predilección por el teatro pese a que el cine le dio fama mundial.

En 1957 rodó a sus órdenes “Llega el señor Sleeman”, “Fresas salvajes” y “El séptimo sello”. Tres títulos más el año siguiente –“Rabies”, “En el umbral de la vida” y “El rostro”– convertirían a von Sydow precisamente en el rostro del cine del genio sueco. Su fructífera colaboración se extendió en “El manantial de la doncella (1960)”, “Como en un espejo” (1961) o “Los comulgantes” (1963), hasta que en 1965 el actor dio el salto a Hollywood en la superproducción bíblica “La historia más grande jamás contada”, donde compartió cartel con actores de la talla de Dorothy McGuire, Charlton Heston, Claude Rains, José Ferrer o Telly Savalas.

Volvió a rodar con Bergman dos películas, “La vergüenza” y “La hora del lobo”, ambas estrenadas en 1968, y un año más tarde “Pasión”. Acompañó también al director en su primera producción estadounidense, “La carcoma” (1971), antes de que en 1973 le llegará el papel que le dio fama mundial: el del padre Merrin en la legendaria cinta de terror “El Exorcista”.

Otro de sus papeles más populares fue el del malvado Emperador Ming en la adaptación del popular cómic “Flash Gordon” (1980) y también participó junto a Sylvester Stallone, Michael Caine o Pelé en la mítica “Evasión o victoria” (1981). “Conan, el bárbaro” (1982), el filme de la saga James Bond “Nunca digas nunca jamás” (1983) o la adaptación de “Dune” (1984) que dirigió David Lynch fueron otros de los títulos que marcaron su dilatada carrera.

Dos nominaciones

Nunca ganó un Óscar, aunque estuvo nominado dos veces a los premios de la industria cinematográfica de Hollywood: en 1989 por “Pelle el conquistador” (su papel favorito de siempre) y más de dos décadas después por “Tan fuerte, tan cerca”, en la que interpretó a un personaje que se comunica sin palabras.

“Kursk”, estrenado en 2018 y que relata la tragedia del submarino nuclear ruso K-141 Kursk que tuvo lugar en agosto del año 2000 ha sido su último filme en ver la luz, aunque Max von Sydow tiene aún una película pendiente de estreno, “Echoes of the Past”, un drama dirigido por Nicholas Dimitropoulos.

En 2006 pasó por Donostia, donde recibió el premio honorífico de Zinemaldia. Casado desde 1997 con la documentalista francesa Catherine Brelet, tenía la nacionalidad francesa.