Fallece Tonie Marshall, la única realizadora en ganar un César
La cineasta francoamericana Toni Marshall ha fallecido este jueves, a los 68 años de edad. Actriz antes que directora, ha sido la única mujer en ganar un César a la mejor realizadora. Fue hace veinte años, por su película «Venus Beauté».

«Pequeña actriz» convertida en realizadora, Tonie Marshall ha fallecido este jueves a los 68 años de edad. La cineasta ha sido la única mujer en ganar un César a la mejor realización hace veinte años por “Venus Beauté”. Hija del también cineasta y productor estadounidense William Marshall y de la actriz francesa Micheline Presle, dio sus primeros pasos como intérprete en 1972 en “L'Evénement le plus important depuis que l'homme a marché sur la lune” (No te puedes fiar ni de la cigüeña), de Jacques Demy.
«En la vida, como en sus películas, ella nos conmovió, a menudo, nos hizo sonreír bellamente, y siempre nos sedujo», expresó vía Twitter Pierre Lescure, presidente del festival de Cannes. «Tonie era fuerte y atenta, comprometida y delicada».
En su última película, “Numéro Une”, estrenada en 2017, trataba la temática de los problemas de las mujeres para alcanzar los puestos importantes en la sociedad, un asunto que vertebra toda su filmografía. «Las mujeres tienen dificultades para planificar», se lamentó la propia Tonie Marshall, quien denunció la «organización frontal» y la «misoginia benevolente y paternalista» para evitar que las mujeres alcancen los puestos más altos.
Cuando comenzó a dirigir en 1989 con “Pentimento”, ella misma reconoció que tenía «un poco de miedo de no llegar». «Como era una pequeña actriz, no fui a la escuela, no tenía ninguna técnica», reconoció. «Pero encontré un director que confiaba en mí y aprendí».
Por los derechos de la mujer
La experiencia en el Séptimo Arte la comenzó delante de las cámaras. Ya conocía bien los sets de rodajes por haber encadenado una gran cantidad de pequeños papeles en los años setenta y ochenta, después de pasar por los escenarios del teatro. «Era actriz porque era lo que me parecía más natural, aunque estaba muy interesada en la escritura, en la producción».
El gusanillo por el cine se lo transmitió su madre, quien siempre encontró para ellas en sus películas pequeños papeles. «Ella me enseñó, de ella heredé el gusto por ver películas, lo mismo sola que a las dos de la madrugada», declaró en un encuentro en la Escuela de cine de Esra.
Pero su pasión quizá viniera de antes, pues de niña Tonie Marshall creció junto al estudio de cine Ursulines de París. «Mi habitación daba a la cabina del proyeccionista, así que aprendí películas de memoria, incluso vi películas que no entendía», recordó.
En el transcurso de su filmografía ha elaborado una galería de retratos entrañables, a menudo femeninos, como el de Anemone, su mejor amiga adolescente, en “No muy católica”, o Angèle (encarnado por Nathalie Baye) en “Venus Beauty”. «Seguramente hable mejor de todo ello trabajando con cuerpos femeninos, pero no es una intención voluntaria hacer retratos de mujeres» afirmaba la cineasta. Ella se decantaba más por inventar personajes «llenos de singularidad y de fantasía».
Comprometida con los derechos de las mujeres, Marshall era miembro del colectivo 50/50 a favor de la igualdad entre ambos sexos en el cine; la directora francoamericana había tomado la iniciativa de usar un lazo blanco durante la ceremonia de los César en 2018 para luchar contra violencia hacia la mujer.
También elogió, en noviembre, «las agallas» mostradas por Adèle Haenel, quien acusó al director Christophe Ruggia de tocamientos y acoso sexual.
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