Beñat ZALDUA
DONOSTIA

Nafarroa y la CAV han recortado un 10% las camas de hospital desde 2007

Parece mentira, pero solo ha pasado un mes desde que el mundo observó perplejo el espectáculo de decenas de grúas construyendo en China un hospital de la nada en diez días para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por un entonces desconocido coronavirus. No parecía mucho más que un exotismo del tigre oriental, hasta que en los últimos días hemos visto cómo también en Italia las autoridades de Lombardía lanzaban la voz de alarma. El coordinador de la Unidad de Crisis de la región, Antonio Pesenti, advirtió el pasado domingo que el sistema sanitario estará al borde del colapso para finales de marzo si no se revierte la situación en los próximos días.

Si bien el tamaño de la crisis en Euskal Herria no alcanza, por el momento, la magnitud italiana, el aumento de casos en territorios vascos, en especial en Araba, sigue una evolución similar a la de las regiones norteñas del país mediterráneo. No está de más, por tanto, observar qué alforjas tiene la sanidad vasca para emprender este viaje en terreno desconocido.

Y si nos fijamos en la cantidad de camas, las noticias no son buenas. La media europea está en 5,08 camas por cada 1.000 habitantes, mientras que en Hego Euskal herria la cifra baja hasta las 3,32 camas en el caso de Nafarroa, y hasta las 3,30 en el caso de la CAV, según los datos de Eurostat del año 2016, último disponible. Para el Estado francés, la escala de datos ofrecidos por el organismo europeo de estadística se frena en el nivel de las regiones administrativas, por lo que se desconoce el ratio para Ipar Euskal Herria; pero sí sabemos que en Aquitania, región de la que forma parte, la media se eleva hasta las 6,36 camas, considerablemente por encima de la media europea. De hecho, es el doble que en Hego Euskal Herria.

Nafarroa y la CAV salen airosas de la comparación con la media española, que está fijada en las 2,97 camas, pero cae a los puestos de cola si las comparamos con el resto de países europeos. A la cabeza se sitúa Alemania, con una ratio de 8,06 camas por cada 1.000 habitantes, seguida de Austria (7,42) y un gran número de países de Europa del Este, en lo que cabe interpretar como una herencia del pasado comunista. Otros países de Europa occidental, como Francia (6,06) y Bélgica (5,76) tienen también ratios por encima de la media europea.

Nafarroa y la CAV se sitúan, de hecho, en la parte baja de la tabla, en los puestos 23 y 24 de un total de 30. Lo hacen, además, con una ratio cercana a la italiana (3,17), por lo que la experiencia del país mediterráneo con el coronavirus debería seguirse quizá con mayor atención de la que creemos.

A la cola de la tabla sorprende un país como Suecia. Antes de aventurar comparaciones, sin embargo, no está de más recordar que el país escandinavo sigue teniendo, según la renombrada revista médica “The Lancet”, uno de los cinco mejores sistemas de salud del mundo, y que destina al gasto sanitario un 18% de su PIB. En la CAV, el porcentaje fue de 8,7%.

Efecto de los recortes

Aunque Hego Euskal Herria nunca ha estado en el carril delantero en cuanto a camas de hospital, un vistazo a la evolución de las cifras deja claro que la situación empeoró tras la crisis de 2008. La recuperación económica no se ha traducido en un regreso a las cifras pasadas. El caso más llamativo es el de la CAV, que en 2007 tenía un total de 8.048 camas de hospital disponibles, según las cifras del Ministerio de Sanidad. Una década después, en 2017 –último año disponible–, la cifra se había reducido hasta las 7.148 camas. El descenso en esta década ha sido del 11,18%.

En Nafarroa el descenso tampoco es nada desdeñable. Mientras en 2007 eran 2,319 las camas instaladas, diez años más tarde eran 2.126, lo que supone un descenso del 8,32%.

El descenso acumulado en una década en las dos entidades administrativas de Hego Euskal Herria es del 10,54%, el doble del que se ha dado en el Estado español, donde el descenso durante estos años ha sido del 5,23%.

Evitar el colapso

Con estos datos encima de la mesa cobran especial importancia la contención y la desaceleración del ritmo de expansión del coronavirus. Como bien se ha explicado estos días, no es lo mismo que 500 nuevos casos se den en un pico de un solo día, o que se alarguen durante toda una semana. Una de las principales diferencias radica, de hecho, en que la expansión escalonada ayuda a evitar el colapso de los hospitales. Medidas como las tomadas ayer sobre los centros educativos, por tanto, pueden resultar cruciales.

Otra forma de intentar frenar la saturación hospitalaria es la atención domiciliaria, mecanismo ya habilitado en algunos casos, aunque requiere de cierta infraestructura en casa, como se explica en el texto contiguo, que bebe de la guía publicada por el Ministerio de Sanidad español sobre el tema.

 

¿Que va a ocurrir con las camas de los hospitales privados?

Otro elemento que en caso de colapso sanitario se pondrá encima de la mesa, como está ocurriendo ya en Madrid, es el de las camas disponibles en los hospitales privados. En Hego Euskal Herria no son pocas, en especial en Nafarroa, por la presencia de la Clínica Universitaria del OPUS. En este herrialde, las camas en hospitales privados son el 32% del total. Dicho de otro modo, en centros públicos son 1.449 las camas disponibles, lo que reduce el ratio por cada 1.000 habitantes a 2,26. En la CAV el porcentaje es menor, ya que solo el 17% de las camas están en centros privados. Con todo, si tenemos en cuenta solo los hospitales públicos, la ratio de camas por cada 1.000 habitantes desciende en el herrialde a 2,74.

Aunque los recortes se centraron sobre todo en los centros privados, en Hego Euskal Herria sigue habiendo un total de 1.876 camas en hospitales no públicos. Si la evolución del coronavirus sigue el patrón italiano y se dan casos de colapso sanitario, está por ver qué decisiones toman estos centros, o que decisiones les obligan las administraciones a tomar.B.Z.