Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

Internet también suma la solidaridad fílmica de la creación vasca

La cinematografía vasca tampoco es ajena al gran caudal solidario y cómplice que recorre internet en estos tiempos de reclusión doméstica generada por la pandemia del coronavirus. Diferentes instituciones, productoras y cineastas comparten su obra, de manera desinteresada, a través de diferentes plataformas de vídeo y redes sociales.

Silenciadas las claquetas y apagados los proyectores de las salas de cine, la industria cinematográfica se prepara para adoptar nuevas medidas de consumo cinematográfico provocadas por la irrupción del coronavirus, una pandemia que afecta de manera directa a un modelo de consumo tradicional pero que no ha podido eliminar la máxima que impulsa a esta disciplina cultural, «el espectáculo debe continuar».

De esta manera, internet ha pasado de ser ese enemigo que la industria siempre ha observado con recelo a ser un aliado decisivo en estos tiempos de incertidumbre. Al igual que en otros puntos del planeta, la creación vasca se ha sumado a la solidaria opción de mostrar a través de diversas plataformas de vídeo y redes sociales todo tipo de contenidos fílmicos destinados a hacer más llevadera la obligada reclusión doméstica a la que estamos sometidos.

Gran sala de proyecciones

Para comenzar esta ruta a través de la gigantesca sala de proyecciones en la que se ha transformado el universo virtual, topamos con la propuesta que Tabakalera ha compartido a través de Vimeo y que se concreta en el visionado de la interesante charla-guía a través de la trastienda del rodaje de “La trinchera infinita” que realizaron los cineastas Jose Mari Goenaga, Jon Garaño y Aitor Arregi dentro de la iniciativa Fokuak que Tabakalera dedica al repaso y análisis de la diferentes películas y autores de la historia del cine, tanto clásicos como contemporáneos. Siguiendo la estela de #TabakaleraEtxean, topamos con la propuesta de Navarra International Film Festival (NIFF), que ofrece desde el pasado 20 de marzo el acceso online libre y gratuito a algunos de los títulos que nutrieron la programación de su primera edición, celebrada en Iruñea entre el 29 y el 31 de setiembre de 2019.

El acceso a las sesiones disponibles, activo gracias a la colaboración del certamen con cineastas, productoras y distribuidoras, se puede conseguir a través de www.navarrafestival.com/niff-19.

Productoras como Doxu también han aportado de manera solidaria la opción de compartir vía online tres largometrajes de su catálogo. El largometraje documental firmado por Amaia Merino y Aitor Merino “Asier eta Biok”, en el que el propio Aitor comparte secuencias y complicidades en el reencuentro con su amigo de la infancia Asier Aranguren tras cumplir una condena de ochos años en prisión por pertenencia a ETA.

El segundo largometraje documental de esta productora vasca es el no menos interesante largometraje documental “592 metroz goiti”, en el que la cineasta Maddi Barber convierte al espectador en testigo directo de la catástrofe emocional y física que conllevó la construcción del pantano de Itoiz.

La tercera y última propuesta de Doxa filmes es “163 días. La huelga de Bandas”, un testimonio fílmico dirigido por Larraitz Zuazo centrado en la huelga más larga que tuvo lugar durante el franquismo y que tuvo como protagonistas, en el año 66, a los 800 trabajadores de la empresa de Laminación de Bandas en Frío de Bizkaia. A través de este documental redescubrimos un momento histórico convulso dentro del marco de una creciente organización obrera y del sentimiento antifranquista cimentado en cientos de familias y vecinos de Etxebarri, Basauri y Otxarkoaga.

Complicidad en largo... y corto

Kimuak también ha recurrido a Vimeo para ofrecer parte de su extenso y multipremiado catálogo de cortometrajes vascos y entre los cuales figuran piezas como “Cotton Candy”, el trabajo dirigido por Aritz Moreno (“Ventajas de viajar en tren”) en el año 2008 y que logró el Meliès de Plata Mejor Cortometraje Fantástico Europeo 2008.

El segundo cortometraje, “Tras los visillos”, fue filmado por Gregorio Muro y Raúl López en 2008 y, al igual que la ya mencionada adaptación del cuento de Julio Cortázar firmada por Aritz Moreno, coloca al espectador en una situación de encierro doméstico similar al que estamos padeciendo en la actualidad.

Txintxua Films –compañía creada por el guionista y director Asier Altuna y la productora Marian Fernández Pascal– también ha compartido a través de Twitter y también en Vimeo la emisión del cortometraje de Asier Altuna “Zela Trovke”, un fascinante acercamiento a las Moritat –antiguas canciones populares centroeuropeas que versan sobre crímenes– y, en concreto, a una de ellas que lleva por título, precisamente, “Zela Trovke”. De la mano de Maite Larburu, violinista y miembro de la orquesta Holland Baroque Society, descubrimos qué oculta esta canción.

A título individual, son reseñables las aportaciones de la cineasta Iratxe Fresneda, la cual compartió a través de Vimeo su primer largometraje documental “Irrintziaren oihartzunak” y ha vuelto a hacer lo propio con su inmersivo y fascinante viaje fílmico “Lurralde hotzak”.

La misma senda cómplice está recorriendo Fermin Muguruza quien, a través de su canal de YouTube, ofrece no solo sus aportaciones musicales sino que, además, comparte sus aportaciones dentro del género documental. Ejemplo de ello es “Beltza naiz”, un trabajo que nos descubre la enriquecedora trastienda creativa que orbita en torno al imaginario de “Black is Beltza”.