Martxelo DÍAZ
DONOSTIA

Leoz se marca como reto «gobernar para todos y para todas» en Lizarra

Huyendo de cualquier revanchismo o triunfalismo tras ser nombrado de nuevo alcalde de Lizarra, las primeras palabras de Koldo Leoz (EH Bildu) fueron para subrayar que es necesario el esfuerzo común para gobernar para toda la ciudadanía. La moción de censura avinagró más la relación entre el PSN y Navarra Suma.

«Hagamos todos los esfuerzos posibles para que se gobierne para todos y todas, incluidos los que no piensan como nosotros y nosotras, algo que no ha sido posible durante los meses en los que Navarra Suma ha estado en la Alcaldía». Son las palabras que Koldo Leoz pronunció ayer en el Pleno de Lizarra en el que se votó la moción de censura contra Gonzalo Fuentes, quien optó por quedarse en casa, al igual que sus compañeros de grupo y el edil que se mantiene fiel a la disciplina de PSN, Ibai Crespo. Posteriormente, las repitió ante los medios de comunicación que esperaban a la puerta del Ayuntamiento.

Tal y como se esperaba, solo los firmantes de la moción de censura –los seis ediles de EH Bildu, el de Geroa Bai y los dos expulsados del PSN– acudieron a la sesión. Esta cifra era suficiente tanto para garantizar el quorum mínimo necesario para que el pleno fuera válido como para que la moción de censura fuera aprobada.

«He querido transmitir a mis compañeros y compañeras que se abre una época nueva y buena para esta ciudad, que va a requerir de mucho trabajo y nos vamos a poner desde ya a trabajar por la ciudad», añadió Leoz.

El ya alcalde de Lizarra explicó que el Pleno fue breve, de apenas quince minutos de duración. El secretario leyó los artículos correspondientes y Leoz prometió el cargo en euskara y castellano por imperativo legal.

En declaraciones a los medios en el exterior del Consistorio, Leoz hizo también referencia al frustrado intento de que el pleno de ayer se celebrara de manera telemática y no presencialmente.

Confirmó que durante todo el día del lunes los concejales estuvieron haciendo pruebas desde sus casas para comprobar que una aplicación funcionaba bien y que se podía hacer la sesión telemáticamente. «A última hora de la tarde Navarra Suma dijo que no podían asistir todos sus miembros a la opción telemática, algo que realmente me suena a excusa burda, y que no estaban dispuestos a hacerlo así. A los cinco minutos, en una nota de prensa, decían que no iban a asistir tampoco presencialmente», relató el alcalde.

«Si hemos tenido que ir finalmente al Ayuntamiento ha sido porque Navarra Suma lo ha querido», añadió.

El nuevo alcalde de Lizarra también volvió a repetir lo que EH Bildu ya expuso en una nota, que la decisión de mantener la celebración del Pleno corresponde al secretario municipal, que no vio obstáculos para la convocatoria. Pese a ello, EH Bildu y Geroa Bai han sido objeto de duras críticas por parte de Navarra Suma y del PSN.

Leoz recordó que la ley electoral establece que un alcalde no puede poner obstáculos a la celebración de un pleno para debatir una moción de censura en su contra. «En el caso de Lizarra, eso no ha sido así», lamentó.

Durante la jornada de ayer, Navarra Suma continuó su campaña en redes sociales para descalificar a los impulsores de la moción de censura. Desde la cuenta de UPN, por ejemplo, se tildaba la moción de «indigna». Javier Esparza, presidente de UPN, mostraba su apoyo a Fuentes tras calificar el lunes de «una de las mayores indecencias políticas que he visto en mi vida» la votación de Lizarra.

Enfado de Navarra Suma

También Ana Beltrán (PP) calificaba de «indecente» la votación y acusaba a EH Bildu de «volver a hacer de las suyas cuando toda España está pendiente de su salud y de su trabajo».

Sergio Sayas, diputado de Navarra Suma en Madrid y aspirante a liderar UPN, optaba por el término «repugnante» y señalaba que «ni tenían principios ni tienen escrúpulos» apuntando a EH Bildu, Geroa Bai y «los tránsfugas del PSOE».

Este era el tono, y las críticas se dirigían principalmente hacia los impulsores de la moción de censura, pero también hacia la presidenta del Gobierno navarro, María Chivite, que, a juicio de los integrantes de la coalición Navarra Suma, no habría hecho todo lo que estaba en su mano para impedir el cambio de alcaldía en la localidad.

Ya el 9 de marzo, el mismo día en el que se presentó la moción de censura, Esparza utilizó este argumento, el de que Chivite no debía permitir que Geroa Bai apoyase esta fórmula porque formaba parte de su gobierno. Si Chivite no actuaba, una vez más, se demostraba, según UPN, que el PSN era «rehén del nacionalismo vasco», el mantra empleado por Navarra Suma durante los últimos meses.

No se sabe si Esparza esperaba que Chivite expulsara a los consejeros de Geroa Bai, entre los que se incluye un vicepresidente, pero la acción del Gobierno se ha limitado a recomendar, en dos ocasiones, que la sesión de ayer se retrasase.

UPN, mientras, seguía utilizando las redes sociales para insistir en que «Chivite no ha querido impedir la indigna moción de censura».

Malestar del PSN

Estas críticas sentaron muy mal en un PSN que en esta operación ha visto cómo se ha resquebrajado su agrupación local de Lizarra, con la expulsión de los dos concejales que firmaron la moción de censura, y cómo su representación municipal pasaba de tres ediles a uno en una ciudad en la que, hace ya tiempo, llegó a gobernar.

Mediante una nota, el PSN calificó de «miserable» la «utilización política de la moción de censura en Estella para atacar al Gobierno de Chivite» y recordaba asimismo que este partido nunca había avalado la operación contra Fuentes.

«Es evidente que ante la buena gestión que el equipo de Chivite está realizando frente a la crisis del Covid-19, con transparencia y sentido común, Navarra Suma es capaz de buscar otros asuntos para arremeter contra el Gobierno y embarrar su liderazgo y resultados en la lucha contra la propagación del virus», señalaba la nota del PSN.

Evidentemente, UPN no se calló y, en Twitter, señalaba que «por responsabilidad, hasta ahora no hemos hecho pública nuestra valoración del Gobierno de Chivite en relación al coronavirus. Pero si el PSN quiere que se inicie ya un debate político de este tema, no tienen más que decírnoslo».

«Y el calificativo de miserable, sobra», añadía.