Ane RUIZ DE OTXOA
LIBROS PARA UNA CUARENTENA

Limónov, el indefinible

Este imposible pintar un lienzo coherente con la trayectoria vital del recientemente fallecido Limónov. De él puede afirmarse una cosa y la contraria. Por épocas poeta, escritor, esteta, punkie, fundador de un partido nacionalista ruso tan inclasificable como él a mitad de camino entre el fascismo y el comunismo, seducido por el postureo hasta límites pornográficos. Amén de sus ocupaciones literarias trabajó en una infinidad de ocupaciones de sastre a mayordomo sin renunciar jamás a pisar cuanto charco se cruzara en su camino. En un principio opositor a Putin cumplió condena en el penal de Lefórtovo y allí escribió “El libro de las aguas”, a juicio de su biógrafo Emmanuel Carrère, su mejor obra. Con la disculpa de repasar los ríos, mares y hasta fuentes y estanques que había conocido, Limónov lleva al lector de Nueva York, París y San Petersburgo a Tayikistán o la República Moldava Pridnestroviana entre otros recónditos lugares.