Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA

Un informe de la CCI de Baiona refleja un fuerte impacto del «paro parcial»

Aunque la entrada en cuarentena se ha demorado unos días en el norte del país, la parálisis económica derivada de la crisis sanitaria se ha dejado sentir con fuerza esta última semana en el tejido productivo de Ipar Euskal Herria.

Así se refleja en la encuesta encargada por la Cámara de Industria y Comercio de Baiona (CCI), que ha creado una célula de seguimiento de una crisis que afecta a todos los sectores, pero que ha llevado a la parálisis casi absoluta, indica la Cámara, en la Hostelería y la Construcción.

Un precedente sondeo realizado entre los pasados días 5 y 11 de marzo revelaba que el 47% de los empresarios consultados reconocían que la crisis había empezado a dejarse sentir en sus negocios en forma de bajada de pedidos o suspensión de eventos.

Esta nueva encuesta realizada entre el 19 y 23 de este mes, en el que han participado 902 empresas de Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi despeja cualquier duda: un 91% de los encuestados habla de un gran impacto en sus negocios..

El desglose de datos indica que el 67% de los sondeados tiene previsto acogerse a los aplazamientos fiscales puestos en marcha por el Gobierno francés y un 51% recurrirá con toda probabilidad al dispositivo de «paro parcial» para poder abonar los salarios.

Impedir despidos

El Gobierno francés ha asegurado, por boca de su ministro de Economía, Bruno Le Maire, que ese dispositivo, cuya utilización ha extendido el Ejecutivo para tratar de evitar la destrucción inmediata de empleo, «es el más generoso que se pone en marcha en Europa».

De los 8,5 millardos destinados por el Gobierno galo a su plan para impedir despidos, más de la mitad se empleará en sufragar ese sistema.

La titular de Trabajo, Muriel Penicaud, detallaba el jueves que 150.000 empresas se habían acogido a esa fórmula, lo que eleva a 1,6 millones el número de trabajadores que verán como el nuevo cálculo se refleja en la nómina de marzo.

De acuerdo a ese dispositivo, el Estado asume el pago al trabajador de una indemnización que cubre el 70% del salario bruto (84% del neto). No obstante, a diferencia del sistema de desempleo ordinario, en este caso, es el patrón el que recibe el dinero público para que pueda abonar la nómina al trabajador.

De esa forma, un trabajador que cobre un salario neto de 2.000 euros/mes al pasar al paro parcial percibirá 1.680 euros durante el tiempo que dure la crisis, es decir cobrará 320 euros menos. Su contrato seguirá vigente, pero quedará en suspenso, al igual que las cotizaciones sociales, lo que implica a futuro pérdidas en el aporte para la jubilación.

Amparar a autónomos

Solo los trabajadores que cobren el salario mínimo o Smic (1.219 euros netos por mes en 2020) verán cubierto su sueldo mensual al 100% mientras dure el paro técnico o parcial.

El Ejecutivo ha extendido mediante decreto este dispositivo ya contemplado en el código de trabajo para que empleadas a domicilio y cuidado- ras de niños de 0-3 años puedan percibir el equivalente al 85% de su salario neto.

Finalmente, el Gobierno cuenta con dar cierta cobertura a trabajadores independientes, que no tienen derecho al subsidio de desempleo. Se les abonarían 1.500 euros mensuales para compensar el cierre de negocio o la pérdida de facturación con base a un fondo de solidaridad.

Ello durante un periodo máximo de tres meses. Ese mismo plazo es también el establecido para que las PME puedan aplazar cotizaciones fiscales o pago de facturas ligadas a su actividad (costo de local y consumos básicos).

Con todo y aunque el Ministerio de Trabajo asegura que sólo 28 empresas han visto rechazada su demanda al «no estar justificada la interrupción de su actividad», la federación de PME alerta de los obstáculos que encuentran algunas compañías para colocar a sus trabajadores en paro técnico.