Ane RUIZ DE OTXOA
LIBROS PARA UNA CUARENTENA

Añoranza por Philip Kerr

La entrega póstuma de las andanzas del que fuera detective de la Kripo Bernie Gunther regresa a su juventud y al Berlín de la República de Weimar. En 1928, la capital de Alemania no era solamente el muladar del que surgió el nazismo. También era una capital trepidante en la que florecían las artes y en la que el desenfreno de la vida nocturna alcanzaba cotas nunca antes vistas en Europa.

En sus calles el ejército de desmovilizados, muchos de ellos tullidos y todos alcoholizados, ponían el negro contrapunto a las brillantes luces de las cervecerías y los cabarets.

En ocasiones sus transeúntes podían escuchar en la misma calle los ritmos afroamericanos del jazz recién importado de Estados Unidos y las marchas militares de los Freikorps. La cocaína se vendía en las farmacias.

En este ambiente Gunther es el encargado de investigar los asesinatos ritualizados de prostitutas y de veteranos lisiados que viven en las calles. Como en todas las entregas anteriores de Philip Kerr, la documentación es exhaustiva.

Resulta un placer añadido a su lectura bucear en internet a la busca de imágenes e información adicional sobre el “Cabaret de los sin nombre”, los expresionistas Otto Dix y George Grosz, el cineasta Fritz Lang o el jefe de policía metropolitana Bernhard Weiss, personajes reales todos que sí existieron.

El talento de Kerr alcanzó más ámbitos que el de la novela negra pero fue aquí donde regaló a la legión de sus lectores a su más acabado protagonista.

Al lenguaraz, ilustrado, pesimista, alcoholizado y profundamente estético y moral detective Bernie Gunther.