Maitane ALDANONDO
Getxo

RECIRCULAR REINCORPORA RESIDUOS INDUSTRIALES COMO MATERIAS PRIMAS

La startup vizcaina ha creado una plataforma que pone en contacto a empresas industriales valorizando sus residuos como materias primas. A través de varios indicadores, mide el impacto social, medioambiental y económico de cada transacción realizada.

No existen los residuos. Así lo cree Patricia Astrain, fundadora y directora de recircular, una plataforma que valoriza los residuos como materias primas al poner en contacto a empresas que ofrecen recursos con quienes los necesitan. De este modo, demuestra que los beneficios económicos pueden ir de la mano de los sociales y medioambientales. Esta «empresa social», creada en Getxo en febrero de 2019, lanzó la versión beta de la herramienta a finales de año y está gestionando los primeros pilotos para financiar el lanzamiento.

Astrain es ingeniera química especializada en medioambiente y con trayectoria internacional en varios ámbitos industriales. Trabajando en el sector químico en China con la primera empresa que cofundó, detectó que hacía falta introducir en esos entornos temas de sostenibilidad e innovación social «de forma real». Investigó sobre modelos de economía alternativos a los que sumó su experiencia y la generación de residuos que veía en su entorno para dar forma al concepto de su iniciativa. Reconoce que «no estaba programada para emprender», pero había cosas que «éticamente no quería hacer» y para ello debía trabajar intentando implementar su enfoque.

No ha parado en tres años. Ha recibido el apoyo de varios programas desde que el proyecto era una idea incipiente, tales como European Coworkings de la EOI, el programa de emprendimiento femenino MET Community o el de emprendimiento de impacto Gamechangers & Cities. También una subvención de la SPRI y BEAZ, entidad a través de la que participó en la aceleradora SoSa Tel Aviv. Además, en 2018, ganó el Premio Nacional de Jóvenes Emprendedores. La responsable considera que emprender «es un viaje de aprendizaje continúo. Hacerlo todo desde cero es complicado, ha supuesto y sigue suponiendo un reto; pero lo bonito es que aprendes cosas que de otra manera no aprenderías. Es algo super interesante, pero exige un esfuerzo tremendo». Astrain reconoce que pensaba que el proyecto «iría más rápido», pero considera que han crecido «de manera más orgánica» y, gracias al contacto directo con empresas, han podido «conocer sus necesidades y objetivos, generar conocimientos sobre valorización e ingresos».

MEDIR E INFORMAR

El momento es «muy propicio» para su actividad, Astrain percibe un incremento en el interés por la economía circular, aunque «faltan acciones tangibles». Ahí es donde se sitúa su propuesta con actos «medibles y concretos». Han desarrollado junto al Basque Ecodesign Hub una metodología de medición de impacto social y medioambiental con indicadores que miden la reducción de la huella de carbono, la huella hídrica, la demanda de energía, la mejora de salud humana… A estos le sumarán también otros indicadores sociales y económicos.

El objetivo de recircular es ser multisectorial, dando cabida a todo tipo de residuos y unificando sectores industriales. Es en los «recursos complejos» que ahora acaban en el vertedero donde más valor puede añadir. Ya están trabajando con retales de cuero, champú, tampones… Residuos sin una solución clara o que son compuestos, mezcla de materiales; por eso, generan conocimiento sobre sus posibles usos.

Dicho de forma sencilla, las empresas se registran en la plataforma, dan de alta los residuos disponibles y el algoritmo les informa de qué es lo que se puede hacer con ellos, así como una estimación inicial de su efecto. Simultáneamente, informa tanto a potenciales consumidores como a otros agentes que realizan procesos intermedios –algunos pueden llevarlos a cabo oenegés o entidades sociales–; y al concluir la transacción, obtienen el informe del impacto generado.

Lanzaron la beta con acceso limitado a finales de año para tantear el interés y mejorar el sistema. Se han registrado muchas empresas y necesitan acotarlas para probar el servicio y financiar el lanzamiento. Por eso, buscan la colaboración con alguna administración pública, gran empresa, polígono industrial o asociación de empresas sectorial o regional que les dé acceso a un entorno donde se aglutinen grandes volúmenes y tipologías de residuos. Sin embargo, en el medio plazo, su objetivo es poder dar servicio a cualquier tipo de negocio o empresa, por muy pequeña que sea.

Esperan abrir la plataforma a finales de año o principios de 2021. Lo harán primero a nivel estatal, y después se expandirán a «sitios donde tenga sentido», Europa, «por similitud y cercanía»; pero también Asia o Sudamérica. La monetización será de dos tipos: a éxito, es decir, una tasa, un porcentaje del valor de la transacción realizada, o por suscripción, una cuota mensual o anual que dé acceso a distintos servicios.

Junto a la consolidación de la plataforma, los retos de recircular son avanzar y mejorar la metodología de medición de impacto, así como profesionalizar y ampliar su equipo.