Ane RUIZ DE OTXOA
LIBROS PARA UNA CUARENTENA

La maldición del animal doméstico

El autor, profesor de geografía en la Universidad de California, comienza su obra con una pregunta que se retrotrae a los tiempos en que era investigador de campo en Nueva Guinea. Allí, uno de los naturales del país quiso saber por qué el hombre blanco había llegado a la isla cargado con tan valiosos pertrechos y por qué ellos apenas pudieron ofrecer nada. La pregunta es de una simplicidad engañosa y Jared Diamond necesita más de quinientas páginas para responderla. En las antípodas de respuestas simples y supremacistas, Diamond demuestra que lo decisivo es el entorno. La capacidad de producir alimento y de domesticar animales va de la mano de organizaciones sociales complejas, de desarrollar una escritura y una tecnología superior en todos los órdenes. Y en este largo proceso la latitud es determinante, ya que posibilita un intercambio comercial y de tecnología solo posible en climas relativamente parecidos.

Mientras que América y África tienen un eje norte sur, Eurasia lo tiene este oeste, lo que a la larga hizo posible su supremacía. Los euroasiáticos contaron también con animales domésticos inexistentes en América, Australia o África. Su uso como bestias de carga, como reserva de proteínas o armas de guerra marcó la diferencia. Con los animales llegaron también las pestes a ellos asociadas: cólera, viruela y sarampión.

La milenaria convivencia con las cabañas de ganado acabó inmunizando a los euroasiáticos frente a poblaciones indígenas que sucumbieron por millones al carecer de defensas frente a los gérmenes ajenos. El entorno escribió la Historia.